Un tiroteo en el hospital St. Francis de Tulsa, Oklahoma, dejó al menos cinco muertos, incluyendo al tirador, y varias personas heridas, informó la Policía de Tulsa en sus redes sociales. En un primer momento, las autoridades catalogaron el tiroteo como una "escena catastrófica".
"Tenemos cuatro civiles que están muertos y tenemos un tirador que está muerto", dijo el vicedirector de la Policía de Tulsa, Jonathan Brooks, a los medios y especificó que las primeras investigaciones apuntan a que el agresor se disparó.
Apuntó que todavía se desconoce la identidad del agresor, un hombre negro de entre 35 y 40 años, que llegó al hospital a las 16:40 horas.
"En este punto, podemos confirmar que el tirador está muerto", dijo la Policía en la publicación. “Los oficiales actualmente están revisando cada habitación del edificio en busca de amenazas adicionales”.
La Policía desalojó el edificio y a las víctimas. "Tenemos varios pisos... con cientos de habitaciones y cientos de personas dentro del edificio. Estamos tratando esto como una escena catastrófica en este momento”, dijo Meulenberg.
El Hospital St. Francis cerró su instalaciones durante la tarde debido a la situación en el edificio Natalie, el cual alberga un centro de cirugía ambulatoria y un centro de salud mamaria. Las imágenes aéreas de un helicóptero de televisión parecían mostrar a los socorristas sacando a alguien en una camilla del edificio del hospital.
Se podían ver docenas de autos de policía fuera del complejo hospitalario, y las autoridades cerraron el tráfico a medida que avanzaba la investigación. De acuerdo con CNN, la Casa Blanca está monitoreando de cerca la situación y se ha comunicado con funcionarios estatales y locales para ofrecer apoyo.
En una escuela secundaria cercana se instaló un centro de reunificación para que las familias puedan encontrar a sus seres queridos. Agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) también se encontraban en el lugar, dijo un vocero de la Policía.
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