El ex alcalde Pete Buttigieg anunció este domingo su retiro de una carrera dentro del Partido Demócrata de la que llegó a ser favorito, una decisión que favorece a otros moderados como el ex vicepresidente Joe Biden en vísperas del supermartes.
“Esta noche tomo la difícil decisión de suspender mi campaña para la presidencia, pero haré todo lo que esté en mi poder para asegurarme de que tengamos a un nuevo presidente demócrata en enero”, dijo Buttigieg en un discurso en South Bend (Indiana), la ciudad de la que fue alcalde hasta comienzos de este año.
Buttigieg, que aspiraba a ser el primer presidente abiertamente gay de Estados Unidos, se enorgulleció de haber podido transmitir a aquellos niños que puedan estar envueltos en las dudas sobre su sexualidad “que alguien que una vez también se sintió así puede convertirse en un candidato presidencial, con su marido a su lado”.
El político de 38 años era el más joven de una contienda demócrata liderada por hombres mayores de 70, y hace apenas un mes se perfilaba como el favorito en la bancada moderada del partido, después de ganar por un estrecho margen los caucus de Iowa, el primer estado en votar en las internas de su partido.
Sin embargo, Buttigieg no logró ampliar su base de votantes y ganarse el apoyo de los latinos en Nevada o los afroamericanos en Carolina del Sur, donde este sábado quedó en cuarto lugar.
“La verdad es que nuestro camino se ha estrechado hasta llegar al final”, reconoció Buttigieg.
Sus perspectivas para el supermartes, que se celebra mañana, tampoco eran demasiado halagüeñas, dado que las encuestas dan la victoria al senador Bernie Sanders en los grandes premios de California y Texas, y Buttigieg no aparecía con opciones de ganar ningún estado en los principales sondeos.
Su retirada promete beneficiar al resto de moderados que siguen en la carrera y en particular al ex vicepresidente Joe Biden, que este sábado recibió un impulso que su campaña necesitaba desesperadamente al ganar las primarias en Carolina del Sur.
También puede ayudar a la senadora Amy Klobuchar, que se veía obligada a compartir con Buttigieg el perfil de precandidata del medio oeste.
Aunque se comprometió a respaldar a quien sea el candidato demócrata, Buttigieg lanzó veladas críticas a Sanders, el favorito en la contienda, al afirmar que el enfoque para ganar la Casa Blanca no debe ser uno que “divida más a la gente” o que esté “centrado en la ideología”.
Donald Trump no tardó en reaccionar y pronosticó en un tuit que, con la salida de Buttigieg, “todos sus votos para el supermartes irán a parar al Adormilado Joe Biden”.
“Justo a tiempo. Este es el comienzo REAL de cómo los demócratas se van a quitar de en medio a Bernie (Sanders, dejándole) DE NUEVO SIN CANDIDATURA”, escribió Trump en referencia a las primarias de 2016.
La juventud de Buttigieg y su atípico perfil atrajeron a muchos votantes blancos moderados, que veían en él a un candidato de lo más completo: progresista, hijo de inmigrantes, veterano en la guerra de Afganistán, formado en Harvard y Oxford, que toca el piano y habla siete idiomas, entre ellos el español.
Su salida de la contienda, sumada a la de este sábado del multimillonario Tom Steyer, deja a seis precandidatos: Sanders, Biden, Klobuchar, la senadora Elizabeth Warren, el exalcalde y magnate Mike Bloomberg, y la congresista Tulsi Gabbard.