Fiscal de San Francisco enfrenta juicio para despedirlo por ser "demasiado progresista"

La alcaldía responsabiliza a Chesa Boudin por el aumento de la inseguridad y de las personas sin techo en San Francisco; el fiscal, con un fuerte historial progresista, está a favor medicar a los criminales en vez de condenarlos.

Chesa Boudin, fiscal de San Francisco. (AFP)
AFP
Los Ángeles /

Los votantes de San Francisco decidirán por la vía electoral este martes si su fiscal es demasiado progresista, incluso para esta ciudad liberal. Chesa Boudin, el fiscal del distrito, enfrenta un referendo impulsado por la percepción de que el crimen y la población sin techo aumentaron, ambos problemas que impactan a la que fue una de las ciudades con mejor calidad de vida de Estados Unidos.

Los críticos afirman que es culpa de Boudin y su intento de reformar la policía, así como su negativa a solicitar la pena de muerte y más bien tratar con medicamentos en lugar de castigar— a los criminales con problemas de drogas. 

El intento de referendo refleja el descontento que crece en algunas ciudades de Estados Unidos donde electores que tradicionalmente han rechazado la retórica de dureza contra el crimen de la derecha política están pidiendo que se tomen medidas.

En Los Ángeles, un fiscal con una perspectiva similar enfrenta por segunda vez el riesgo de ser despedido; y en Seattle, los contribuyentes están irritados por el aumento de robos y delitos violentos, en tiempos en que el número de policías en la ciudad se ha reducido a raíz de campañas para "desfinanciar la policía".

Electo en 2019, Boudin, de 41 años, tiene un currículo fuertemente progresista. Sus padres eran radicales de Weather Underground, un grupo militante de izquierda, y fueron a la cárcel por participar en un asalto armado que culminó con la muerte de dos policías.

Trabajó como traductor del fallecido ex presidente venezolano Hugo Chávez, y la mayor parte de su carrera ha ejercido como defensor público. Sus políticas en el cargo no procesar a los niños como adultos, perseguir agresivamente las infracciones de los agentes de policía y reducir la población carcelaria— son vistas como radicales en Estados Unidos.

Las estadísticas locales muestran que la criminalidad en general no ha crecido durante su gestión, aunque los robos están en ascenso. Pero algunos delitos como los asaltos en grandes almacenes y ataques contra los asiáticos han ganado visibilidad y se han combinado con la larga sombra de la frustración pandémica.

Boudin dijo al diario The Guardian que el referendo es una iniciativa liderada por empresarios de derecha y oficiales que no son liberales "para minimizar y atacar a fiscales progresistas que han estado conquistando el electorado en el país".

"La estrategia incluye deslegitimar y llamar a un referendo. Es una táctica usada por gente que está quedando por fuera en las elecciones tras exponer sus visiones sobre seguridad pública y justicia".

Pero el referendo ha conquistado apoyo en el círculo próximo a Boudin. Si el referendo es exitoso, se especula que la demócrata alcaldesa de San Francisco, London Breed, nomine a un sucesor moderado. Este martes, varias ciudades de Estados Unidos votarán en primarias para decidir qué congresistas y representantes locales y regionales acceden a la segunda vuelta de noviembre, en las elecciones de medio mandato presidencial en Estados Unidos.

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