Cientos de personas se congregaron hoy en la iglesia “The Fountain of Praise” (“La fuente de la alabanza”), en Houston para despedir a George Floyd tras su homicidio a manos de la policía el 25 de mayo pasado en Minneapolis, un suceso que generó multitudinarias manifestaciones contra el racismo y la violencia policial.
Las puertas de este templo religioso abrieron poco antes del mediodía, pero decenas de personas llegaron desde tempranas horas de la mañana para asegurarse que podrían dar el último adiós a Floyd, de 46 años, que se ha convertido en un símbolo del racismo policial en Estados Unidos y gran parte del mundo.
“He querido llegar de primera al ver por las noticias que apenas había tráfico. He pensado que era mi oportunidad para expresar mi malestar por esta injusticia tan grande”, dijo Lula Heyden, una mujer de 68 años y residente en Houston que consideró que “aún queda una gran lucha por delante para acabar con el racismo en Estados Unidos”.
Los restos mortales de Floyd llegaron para su velatorio sobre las 9 de la mañana escoltados por su familia y varios vehículos policiales. El féretro, bañado completamente en oro, estará expuesto a lo largo de este lunes para que los residentes de Houston, su ciudad donde residió durante varios años, puedan rendirle homenaje.
Según confirmaron fuentes del entorno del ex campeón mundiial de boxeo, Floyd Mayweather, se ha hecho cargo de todos los gastos del funeral tras llegar a un acuerdo con la familia de la víctima y está previsto que también haga acto de presencia en algún momento del día.
Los organizadores del funeral solo han permitido el acceso a 15 personas al mismo tiempo por motivos de seguridad debido a la crisis sanitaria del coronavirus. Sin embargo, esa no ha impedido que cientos de personas se acercaran hasta este lugar de culto a expresar sus respetos y condolencias a la familia, como lo sucedido en Carolina del Norte y Minneapolis.
“Hemos querido estar aquí para estar al lado de la familia y para recordar que nosotros vamos a seguir lo que él empezó, un movimiento contra la injusticia, y que de ahora en adelante nosotros lo vamos a encabezar”, dijo Alberto Sánchez, un mexicano afincado en el sur de Texas que llegó junto a su esposa al velorio de Floyd.
Tras los servicios de este lunes, el martes tendrá lugar también en Houston el funeral, una ceremonia privada que será retransmitida por televisión.
En la opinión de Sánchez, “lo que pasó con George” (Floyd) supondrá un punto de inflexión en la “manera de pensar de la población” ya que, gracias a las redes sociales, “mucha gente se ha dado cuenta de la gran injusticia que hay respecto a la actuación de algunos, muy pocos, policías”.
Es lo mismo que compartía otro hombre afroamericano, que no quiso revelar su nombre y que desde primeras horas de la mañana se apostó frente a la iglesia para reclamar “igualdad de derechos con los hombres blancos”.
“Seguimos siendo asesinados, no solamente por la Policía, necesitamos restaurar todo esto porque, incluso el sistema educativo también nos margina y nos aparta”, manifestaba el señor, un jubilado de 72 años, al tiempo que instaba a las autoridades “a trabajar por el cambio”.
Está previsto que durante todo el día también se acerquen algunas personalidades políticas como el alcalde de Houston, Sylvester Turner, y los congresistas demócratas Sheila Jackson Lee y Al Green, que, desde el principio, condenaron este tipo de acciones.
El ex vicepresidente de Estados Unidos y candidato demócrata en las próximas elecciones a la Casa Blanca, Joe Biden, también había anunciado su participación en el velatorio público, pero su equipo confirmó a última hora del domingo, sin dar mayores detalles, que finalmente se reuniría con la familia de Floyd en algún momento del día.
dmr