A lo largo de Central Avenue, la arteria principal de Highland Park en la que un joven abrió fuego contra la multitud durante el desfile del 4 de julio, se pueden ver cochecitos, triciclos y sillas plegables abandonados, recuerdos de una tragedia que golpeó esta villa acomodada a las afueras de Chicago.
Una toalla con la bandera estadunidense reposa en el césped. Es otra muestra del caos del día anterior, cuando un hombre armado abrió fuego desde el tejado de una tienda, disparando a decenas de personas, seis de las cuales murieron.
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Natalie Belloff vino al lugar de la tragedia.
"Estoy horrorizada, furiosa, enfadada, molesta", dijo a la AFP la estudiante de 20 años de la Universidad de Illinois.
Nacida en Highland Park, fue al mismo colegio que el presunto tirador, Bobby Crimo, aunque no lo conocía.
A orillas del lago Michigan, Highland Park destaca por sus lujosas casas. Ahora, forma parte de la triste lista de ciudades escenario de tiroteos en Estados Unidos.
El tirador, de 21 años, eligió a sus víctimas al azar durante el desfile anual del Día de la Independencia, dijo la policía el martes.
Segunda Enmienda
En las farolas situadas frente a los edificios de ladrillo rojo, las banderas estadunidenses ondean junto a las del orgullo LGBT y, detrás de la cinta amarilla que impide el acceso, trabajan los agentes del FBI.
Para Natalie Belloff, Estados Unidos debe adoptar leyes que restrinjan más el acceso a las armas.
"Se puede tener la Segunda Enmienda sin necesidad de comprar un rifle de asalto a los 20-21 años", dijo, en referencia a la disposición constitucional que garantiza la tenencia de armas.
Ivana Spasova, que dice estar "conmocionada", se hace eco de este sentimiento: "No deberíamos dar a los jóvenes acceso a las armas y, sobre todo, a las de tipo militar", señala esta repartidora de 25 años cerca del cordón policial.
"Es una comunidad segura, es un barrio seguro", afirma sobre la ciudad.
Susan Millner, de 45 años, acudió con su madre al lugar del tiroteo.
Las dos iban a asistir al desfile del lunes como cada año con sus familias, pero este año no pudieron ir.
Para Millner, además de las armas, existe una "gran crisis de salud mental" en Estados Unidos.
"No tenemos los recursos para combatirla", afirma esta terapeuta, que subraya que la situación no ha hecho más que empeorar tras la pandemia, especialmente entre los jóvenes.
Élite de Chicago
En las calles arboladas cercanas al escenario de la tragedia, aparecen las lujosas casas de Highland Park y sus cuidados jardines.
Situada a unos 40 km del centro de Chicago, y de sus problemas de criminalidad, Highland Park es conocida por todo lo contrario: un lugar tranquilo y sin problemas. El municipio de 30.000 habitantes llegó a decretar la prohibición de fusiles de asalto en 2013.
La ciudad también es conocida por albergar una parte de la élite de Chicago.
La superestrella del baloncesto Michael Jordan residió en una de esas casas, valorada en unos 15 millones de dólares, durante su etapa en los Bulls.
El famoso arquitecto estadunidense Frank Lloyd Wright también diseñó varias viviendas aquí.
En los 80, algunas residencias sirvieron de escenario para películas como Risky Business, protagonizada por Tom Cruise, o "Ferris Bueller's Day Off".
"Clase media"
Pocas horas después de la tragedia, la policía detuvo al presunto tirador, Robert -conocido como Bobby- Crimo. Según informaron las autoridades el martes, llevaba "varias semanas" planeando el atentado y se "disfrazó de mujer" para evitar ser identificado.
Nativo de la región, vivía en Highwood, una localidad próxima a Highland Park.
Uno de los vecinos de Bobby Crimo, Dave MacNerland, describió el suburbio a la AFP como un lugar donde "la gente es muy amable". La comunidad es más bien de "clase media".
Frente a la casa del sospechoso, un viejo coche gris está aparcado en el césped. En la puerta se ve una gran pegatina con el número "47", la misteriosa cifra que Bobby Crimo lleva tatuada en la sien.
DMZ