Los legisladores demócratas de la Cámara Baja de Estados Unidos han imputado al presidente, Donald Trump, porque "no pueden ganarle legítimamente en las urnas", aseguró la secretaría de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grishman, en reacción al anuncio de las acusaciones formales.
"Los demócratas han querido durante un largo tiempo darle la vuelta a los votos de 63 millones de estadunidenses. Han determinado que deben imputar al presidente Trump porque no pueden ganarle legítimamente en las urnas", reza el texto de la declaración de Grishman difundido por la Casa Blanca.
"Los demócratas usan una llamada con el presidente de Ucrania, que el propio presidente hizo pública, como excusa para su partidista, gratuito y patético intento de derrocar a la Administración de Trump", agregó.
Los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes revelaron dos cargos formales de imputación del juicio político al presidente Trump: abuso de poder y obstrucción al Congreso.
En el primero de ellos, se acusa a Trump de anteponer sus preocupaciones políticas al interés nacional; y el segundo por obstruir los intentos del Congreso de investigación, dijo Jerry Nadler, el presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja.
"Nuestro presidente ostenta la mayor confianza pública. Cuando traiciona esa confianza y se pone por delante del país, pone en peligro la Constitución, pone en peligro nuestro democracia y nuestra seguridad nacional", remarcó.
Para Grishman, el anuncio de estos dos cargos para la imputación del jefe de Estado en el juicio político "no hieren al presidente, hieren a los estadunidenses, que esperan que sus cargos electos trabajen en pos de fortalecer" el país.
Además,dijo, en la Casa Blanca esperan que el mandatario sea "completamente exonerado porque no ha hecho nada malo".
Se espera que el Comité Judicial vote este semana los cargos anunciados hoy y de este modo se trasladarán al pleno de la Cámara Baja.
El voto en el Congreso, que hará oficial la imputación de cargos contra Trump, es decir su juicio político ("impeachment"), no tiene todavía fecha, aunque se espera que sea antes de que finalice el año 2019.
Los demócratas mantienen una mayoría en la Cámara Baja de 235 legisladores frente a 198 de los republicanos, lo que supone que su aprobación es casi segura.
A continuación, el proceso pasaría al Senado, donde tendría lugar el juicio político. Allí lo más probable es que fracase, ya que los republicanos tienen una mayoría de 53 a 47 y, además, la destitución requiere una mayoría de dos tercios.
jamj