Ivana Trump, la patinadora que huyó del comunismo y obtuvo fama con Donald Trump

La primera esposa de Donald Trump, originaria de la antigua Checoslovaquia, tuvo un matrimonio muy mediático antes de la existencia del internet y las redes sociales.

Ivana Trump, primera esposa del ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump. (AP)
Horacio Besson
Ciudad de México /

El 8 de octubre de 2017, el periodista Jim Axelrod, del programa de la cadena CBS “Sunday Morning”, le preguntó a bocajarro:

“¿Él no sería quien es sin ti?”

“Eso es seguro”, respondió sin vacilar la entrevistada.

Axelrod se refería a Donald Trump, que llevaba en ese momento poco más de nueve meses en la Casa Blanca, y quien respondía era su primera esposa, Ivana, quien murió este jueves en su domicilio de Manhattan a los 73 años.

La primera "gran" pareja Trump

Fueron una de “las” parejas de los ochentas. Acaparaban las miradas y los comentarios de la élite neoyorquina cuando se los encontraban en los grandes eventos socialités o en los restaurantes de moda. Ivana y Donald. Él era el rey midas de los bienes raíces; ella una bella ex modelo procedente de Europa del Este, la que era comunista, que si bien le baja glamour subía sus bonos por “exótica”.

Ivana Trump siguió una exitosa carrera empresarial, en moda, joyas y productos de belleza. (AP / Archivo)

Matrimonio modelo y muy mediático, aún sin internet ni las redes sociales de hoy, se hacían eco de las revistas. En la entrevista central de la revista GQ en su edición de mayo de 1984, el matrimonio aparece posando en las oficinas del piso 36 de la Trump Tower con vista a Central Park de fondo.

Ahí, ambos presumen el trabajo de Ivana para dejar listo el penthouse tríplex en lo alto de Trump Tower, “donde viven desde marzo”, y describen cómo están distribuidas las habitaciones. Incluyendo la de sus tres pequeños hijos: Donald Jr, Ivanka y Eric.

La revista cuenta cómo inició el romance: "conoció a Ivana Winkelmayr, su futura esposa, en una fiesta en Nueva York, donde la ex integrante del equipo de esquí checo estaba tomando un descanso de su carrera como modelo en Montreal". Se casaron un año después. "Mi esposa fue la modelo número uno en Montreal durante ocho años”, presume Trump en el reportaje.

Ivana escapa del comunismo

Lo que no dice la revista es que Ivana ya era divorciada para Trump fue su primer matrimonio. Acorralada por el destino, Ivana no tenía muchas opciones de sobresalir al nacer en una pequeña ciudad, Zlín, de la entonces Checoslovaquia en 1949, entre las heridas dejadas por la Segunda Guerra Mundial.

Ivana contrajo matrimonio cuatro veces a lo largo de su vida, una antes de casarse con Trump y dos más tras la separación. (AP / Archivo)

Tierras comunistas, no podía salir sin ser considerada desertora así que buscó una de las pocas salidas posibles: casarse con un extranjero. Un amigo, George Syrovatka, le ofreció esa opción y arregló el matrimonio con un austriaco con ciudadanía canadiense, Alfred Winkelmayr. Era 1971 y el salto estaba dado, América la recibía.

Su relación con las autoridades olímpicas de su país ella era muy buena esquiadora— la llevo ser parte del equipo promotor de las Olimpiadas de Montreal 1976, ya divorciada desde hacía un par de años, y viajar a Nueva York donde coincidió con Trump.

“El mejor sexo que he tenido”, según Maples

Pero si los ochentas fue la década de esplendor de la pareja, que acaparaba las publicaciones especializadas en negocios, moda, sociales y de la vida rosa, a inicios de los noventas los titulares se enfocaban al escándalo por infidelidad, divorcio y dinero a repartir. El matrimonio iniciado en 1977 naufragaba de manera oficial en 1992.

La foto idílica de ellos dos con los pequeños Donald Jr., Ivanka y Eric fue reemplazada por una nueva imagen de una mujer, Marla Maples, “causante” de la ruptura matrimonial y del adulterio, descubierto dos años antes, que ahora exhibía sin el periodismo amarillista.

Es famosa la portada, publicada el 16 de febrero de 1990, del The New York Post con el rostro de Trump junto a la frase “Best Sex I've Ever Had” (“El mejor sexo que he tenido”) supuestamente dicha por Maples.

Su poder y fama crecieron a medida que el negocio inmobiliario de Donald Trump se disparaba, en el que Ivana asumió varias funciones clave. (AFP / Archivo)

El gran divorcio de los Trump

“Don't get mad, get everything”, (“No te enojes, quédate con todo”) fue la consigna de Ivana que por meses peleó aguerrida por quedarse con una gran porción de la ya entonces alicaída fortuna de Trump en uno de los divorcios ícono de la historia estadunidense.

La guerra siguió su cauce, el espectáculo a su máximo esplendor que día a día seguía toda “America” hasta que las aguas se amansaron y llegaron a un acuerdo para firmar la paz.

De alguna manera se reconciliaron e incluso en un capítulo que puede ser considerado surrealista ambos aparecieron juntos en un anuncio de Pizza Hut en 1995 peleándose por un trozo de fast food.

Michael Kennedy, por muchos años abogado de Ivana, comentó en un reportaje de Vanity Fair aparecido en septiembre de 1990, que ella mencionaba mucho el “síndrome de Estocolmo” para describir su relación con Donald.

Después de un tiempo, ya no pudo luchar contra su captor y comenzó a identificarse con él. Ivana es sorda, muda y ciega cuando se trata de Donald”. A la que nunca perdonó fue a Marla: “Bueno… ella es… Yo no hablo sobre ella (…) es una vedette. Nunca logró hacer nada con su vida”.
Ivana Trump, fue primera esposa del presidente Donald Trump y se separó tras el noviazgo con Marla Maples. (AP)

En cambio, con Melania, la tercera y actual esposa de Trump, distinto. “Me llevo bien con Melania, sí”, dijo Ivana puntualizando la diferencia: “una no es nadie. La otra es la primera dama”. Por cierto, Ivana y Melania llevan el apellido Trump, Marla no.

Ivana, la "exitosa"

Ya divorciada, Ivana siguió en los noventas bajo los reflectores: se convirtió en una pequeña pero importante industria de nicho, una de las primeras marcas registradas con distintos negocios (ropa, joyería y productos de belleza) y a sus libros sobre superación y una biografía (Raising Trump).

Intentó recomponer su vida sentimental y se casó dos veces más, en ambas terminó divorciándose. En el último matrimonio su pareja era 23 años más joven. “Prefiero ser niñera a enfermera”, justificaba. En los últimos años se jactó de su amistad con Trump, afirmaba que se hablaban “cada semana” y que le daba consejos cuando él ya estaba en la Casa Blanca.

Se adjudicaba el que Trump usara Twitter casi hasta la obsesión. “Le dije: ‘Creo que deberías tuitear. Es una nueva forma, una nueva tecnología. Y si quieres transmitir tus palabras correctamente, sin decírselo al The New York Times, que tergiversará cada una de tus palabras, esta así transmites tu mensaje’”, expresó en la entrevista con Axelrod.

Vetado por Twitter, la muerte de Ivana tuvo que ser anunciada por Trump a través de su propia red Truth Social.

“Estoy muy triste al anunciar a todos los que la amaban, que eran muchos, que Ivana Trump murió en su residencia en Nueva York”.

Ivana murió en su lujoso departamento del Upper East Side poco después de las 12:30 del mediodía sin los grandes reflectores y al parecer tras caer de las escaleras.

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