Jim Bartko inició una demanda contra la iglesia católica romana hace dos años. Durante cuatro décadas guardó en secreto el abuso sexual que él y su mejor amigo de la infancia sufrieron en una parroquia al noreste de San Francisco.
Pero la demanda fue desestimada y Bartko murió cuatro días después de hablar públicamente al respecto.
Las agresiones ocurrieron entre 1972 y 1975. La parroquia de St. Joseph organizaba pijamadas para los niños donde el ex reverendo Stephen Kiesle abusó de los menores.
Tras décadas de lidiar con el trauma de su niñez, Jim Bartko demandó a la Diócesis de Oakland de la Iglesia Católica Romana en 2020 por no haber evitado los abusos del ex reverendo Kiesle.
Bartko dijo que Kiesle había abusado de él y de su mejor amigo de la infancia. Guardó el secreto por más de cuarenta años, comenzó a beber alcohol en exceso y su matrimonio se derrumbó.
Luego perdió su trabajo y en rehabilitación le contó su historia a un terapeuta y luego escribió un libro sobre su experiencia titulado “Boy in the Mirror”.
“Esperaban que nos llevaríamos [el secreto] a la tumba porque nuestro silencio les permite seguir aprovechándose de aquellos que tienen demasiado miedo de hablar”, dijo Bartko en 2020.
[Jim Bartko. | AP]
Bartko presentó la demanda en marzo de 2020, acompañado en un momento por el amigo de la infancia que había sido abusado junto a él.
La demanda fue desestimada y cuatro días después, Bartko, de 54 años, colapsó después de hacer ejercicio en Oregón y murió de una hemorragia por cirrosis.
El ex reverendo Kiesle, hoy de 74 años, dejó el sacerdocio en 1987. Associated Press informó en 2010 que el Papa Benedicto XVI, cuando era el entonces cardenal Joseph Ratzinger, se resistió a las súplicas de la diócesis para expulsar a Kiesle.
Kiesle fue declarado culpable de conducta lasciva en 1978 por atar y abusar sexualmente de dos niños y sentenciado a tres años de libertad condicional. Fue sentenciado a seis años de prisión en 2004 por abusar sexualmente de una niña.
El hijo y la hija adultos de Bartko tienen una demanda pendiente por homicidio culposo contra la iglesia. Dijeron que el alcoholismo de su padre comenzó a raíz de los abusos de Kiesle, que a la larga le causaron una enfermedad hepática.
La nueva ley de California permite continuar con los reclamos de su padre por el costo emocional y psicológico que el abuso le dejó.
Antes de morir, Bartko dijo en público que no habló con la policía porque en su momento nadie escuchó a los otros niños abusados por el sacerdote.
evr