La Cámara de Representantes de Estados Unidos remitió al Senado la acusación de juicio político contra el ex presidente Donald Trump, por "incitar a la insurrección" tras la toma del Capitolio por sus simpatizantes el 6 de enero.
Los congresistas demócratas designados como "fiscales" para el juicio político contra Trump presentaron formalmente el acta de acusación, marcando la apertura oficial del proceso sin precedentes contra el ex presidente.
Bajo un silencio solemne, los nueve "fiscales" designados por la presidenta demócrata de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, cruzaron para llegar al Senado los mismos pasillos decorados con estatuas y pinturas que fueron tomados por asalto por partidarios de Trump durante el ataque del Capitolio el 6 de enero.
Además de ser el segundo juicio político en su carrera, sería el primer ex presidente en ser juzgado por el Congreso de Estados Unidos, que tomaría formalmente inicio en la semana del 8 de febrero, de acuerdo a lo anunciado por el líder demócrata en el Senado, Chuck Shumer.
El representante demócrata, Jamie Raskin, fuer el vocero de entregar la acusación contra Trump alrededor de las 19:00 horas locales al Senado. Demócratas y republicanos acordaron retrasar el inicio para darle más tiempo a Trump de preparar su defensa y a Biden la posibilidad de que el Senado confirme su gabinete.
Con ellos, algunos senadores prestarán juramento como jurados para el juicio de Trump este martes, y el ex presidente recibirá una citación para responder a los cargos en su contra.
Previo a la entrega de la acusación, el Senado aprobó el nombramiento de Janet Yellen como secretaria del Tesoro. El voto de confirmación del futuro secretario de Estado, Antony Blinken, podría tener lugar el martes.
Al momento, una condena del Senado contra Trump parece poco probable en este momento, ya que el ex mandatario es aún popular entre sus electores y que cuenta con con partidarios clave en el Senado.
Es cierto que los demócratas dominan ahora el Senado además de la Cámara de Representantes. Sin embargo, su mayoría en la Cámara Alta es muy frágil: ocupan 50 de los escaños frente a los otros 50 de los republicanos. En caso de empate, es la vicepresidenta Kamala Harris quien tiene el voto decisivo.
Pero se necesitan 60 votos para someter a votación las principales reformas. Y dos tercios del Senado para condenar a Trump, un objetivo que parece difícil de lograr, incluso aunque su influyente líder de la minoría republicana, Mitch McConnell, no descartó votar por la condena.
Entre los demócratas, sin embargo, los votos son casi unánimes. Más allá del Congreso, el futuro judicial del ex presidente sigue siendo muy complicado, con múltiples demandas iniciadas en todo el país, entre querellas fiscales y de agresión sexual.
"Debe enfrentarse a sus responsabilidades. El futuro de este país está en juego", dijo el lunes el jefe del Comité Judicial de la Cámara, Jerry Nadler, horas antes de la entrega del documento.
dmr