En vísperas de las conversaciones nucleares entre Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, el mandatario estadunidense decidió dar carpetazo a la adhesión de su país al acuerdo nuclear de 2015 con Irán y el resto de las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, sin tener a cambio un “plan B”.
No obstante, Trump volvió a mostrarse “hábil en destruir los acuerdos”, dijeron analistas en Estados Unidos. Y a pesar de que el republicano se dijo “listo, dispuesto y apto” para negociar, “no tiene un plan B, más allá de continuar ejerciendo presión sobre Irán”, afirmó el New York Times. Recordó que Trump ya jugó la carta de la negociación de un mejor acuerdo “cuando abandonó el Pacto del Clima de París”, sin ofrecer nada a cambio.
El Times considera “contraproducente” la señal enviada por Trump a Pionyang, si es que quiere persuadirlo de abandonar su programa nuclear”. “¿Por qué los norcoreanos deberían de pronto creer que los estadounidenses van a honrar un acuerdo firmado por su presidente?, se pregunta el diario liberal, destacando que “si las apuestas con Irán son elevadas, las referidas a Corea del Norte lo son aún más.”
En Washington, el corresponsal del diario francés Le Monde destaca que numerosos analistas dudan de la “certeza” de Trump de que Irán aceptará negociar un nuevo acuerdo ante las presiones conjuntas de EU e Israel, poniendo en duda las afirmaciones del magnate de que “estará listo” para cuando los dirigentes iraníes “quieran negociar, porque van a hacerlo”.
El Wall Street Journal destacó que, así como la estrategia de Ronald Reagan frente a la Unión Soviética en los años ‘80 se basó en su caracterización como “imperio del mal”, Trump “cree que puede acosar, engatusar e intimidar a sus adversarios, y lograr lo que sus predecesores no lograron”.
Incluso un comentarista de la cadena Fox News, muy cercana a las ideas de Trump, cuestionó la decisión sobre el pacto. Harry J. Kazianis opinó que “nada justifica que Estados Unidos se lance a una guerra contra Irán o intente derrocar su régimen, lo que podrí costar miles de millones de dólares y la vida de numerosos estadunidenses”.
Para Kazianis, la administración Trump cuenta con una estrategia para tratar con los adversarios geopolíticos, en particular los que quieren dotarse de armas nucleares: “Se llama el confinamiento. Aliada a la disuasión, dicha estrategia ha permitido hacer frente a la URSS y puede funcionar para limitar las ambiciones nucleares y regionales de Irán y las de Corea del Norte”.