Al menos nueve personas que trabajan en el Capitolio del estado de California dieron positivo a coronavirus la semana pasada, incluidas cuatro que están completamente vacunadas, lo que provocó el regreso del mandato de cubrebocas a para los legisladores y el personal.
Cuando el Capitolio reabrió el mes pasado, todavía se requerían cubrebocas en lugares públicos como pasillos, salas de comisiones y cámaras legislativas. Pero a los legisladores y al personal completamente vacunados se les permitió quitárselo mientras trabajaban en sus oficinas.
Eso cambió esta semana después del brote. La nueva directiva se aplica no solo al Capitolio, sino también al Edificio de Oficinas Legislativas y las oficinas de distrito de los legisladores. Los legisladores y el personal no vacunados deben someterse a pruebas dos veces por semana, según los memorandos de la Asamblea y el Senado estatales.
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Parece que el brote se produce entre los empleados de la Asamblea estatal, aunque ningún funcionario ha confirmado que los nueve casos ocurrieron entre esos trabajadores.
El mes pasado, con tasas de infección en mínimos históricos, el gobernador Gavin Newsom levantó casi todas las restricciones estatales sobre el coronavirus. Pero recientemente, los funcionarios de salud pública advirtieron que la variante Delta especialmente contagiosa del coronavirus se ha extendido rápidamente entre la población no vacunada, provocando un aumento de nuevos casos y hospitalizaciones.
Los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles han instado a las personas a que reanuden el uso de máscaras en interiores, independientemente de su estado de vacunación. Newsom no está considerando ahora la devolución de un mandato de cubrebocas en todo el estado u otras restricciones.
mg