El líder de la formación ultraderechista estadunidense Oath Keepers ("los Guardianes del Juramento"), Stewart Rhodes, se declaró inocente del cargo de conspirar para la sedición en el asalto del año pasado al Capitolio por parte de una turba de seguidores del ex presidente Donald Trump.
Rhodes, de 56 años y considerado el jefe de este grupo, lo indicó en una audiencia preliminar ante un juez federal en Washington, según medios de comunicación locales. Detenido en la localidad de Little Elm (Texas) el pasado 13 de enero, es el primer acusado de sedición por los trágicos acontecimientos del 6 de enero del pasado año.
Si es sentenciado, enfrenta una condena de máxima de hasta 20 años de cárcel. Según el Departamento de Justicia, Rhodes y otros 11 acusados conspiraron tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 3 de noviembre de 2020, que ganó el candidato demócrata y actual presidente, Joe Biden, para "oponerse por la fuerza a la ejecución de las leyes que rigen la transferencia de poder presidencial".
De acuerdo con la acusación, los imputados se coordinaron entre ellos mediante aplicaciones de comunicación encriptadas y planearon su viaje a la capital, Washington, para el día en que se iban a ratificar los resultados electorales en el Congreso portando armas.
No obstante, durante la jornada del asalto al Capitolio, que dejó cinco fallecidos y más de 140 agentes heridos, Rhodes se mantuvo fuera del edificio.
Hasta la fecha, la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Columbia ha presentado cargos contra más de 700 personas, residentes a lo largo y ancho de Estados Unidos, por delitos que van desde atacar físicamente a policías hasta impedir el ejercicio de sus funciones, pasando por destruir propiedad del gobierno y entrar en un edificio de acceso restringido.
Los Oath Keepers son una organización poco estructurada vinculada a las milicias ciudadanas, que, aunque acepta a cualquiera como miembro, centra sus tareas de reclutamiento en ex militares, policías y personal de primeros auxilios.
dmr