Se codeaba con un príncipe y llevó a un ex presidente en su avión privado. Ha acumulado una fortuna que incluye una isla de 40.5 hectáreas en el Caribe y una de las mayores mansiones en Nueva York.
Donó decenas de millones de dólares a Harvard, volviéndose favorito de profesores pese a no tener un título universitario.
El ascenso de Jeffrey Epstein ha estado envuelto en el misterio. Cómo fue que un genio matemático de clase media de Brooklyn se volvió un maestro de altas finanzas en Wall Street, con amigos sumamente influyentes, ha sido sujeto de conjeturas en la prensa desde hace muchos años.
Ahora, los detalles de la vida de Epstein y sus predilecciones son el centro de atención, en momentos en que fiscales federales en Nueva York presentan cargos de trata sexual, acusando al multimillonario de 66 años de reclutar y abusar de decenas de chicas menores de edad en sus mansiones en Nueva York y Palm Beach, Florida, a inicios de la década del 2000.
Epstein, que se declaró inocente el lunes, pudiera recibir hasta 45 años en prisión si es declarado culpable.
El financiero evitó una sentencia larga por acusaciones casi idénticas hace más de una década gracias a un acuerdo secreto con los fiscales federales en Florida, muy criticado por indulgente.
Los fiscales en Nueva York dijeron que un allanamiento a la mansión de Epstein en Nueva York el fin de semana arrojó centenares e incluso miles de fotos lascivas de niñas y muchachas jóvenes.
Epstein ha ocultado siempre el origen de su fortuna. Incluso tras su arresto se negó a proveer a las autoridades información básica sobre sus ingresos y bienes. Una cosa está clara: “Es un hombre de recursos infinitos”, dijo el fiscal federal Alex Rossmiller.
Un tabloide en Nueva York reportó en 2002 que el millonario le prestó su Boeing 727 a Bill Clinton y otras figuras en una misión de ayuda por el sida en África.
“He conocido a Jeff desde hace 15 años. Un tipo tremendo”, dijo Donald Trump a la revista de The New York Times en 2002. “Es muy divertido. Se dice incluso que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí y muchas de ellas son muy jóvenes. No hay dudas, Jeffrey disfruta su vida social”.
“Poco se sabe o se dice acerca de los negocios de Epstein a excepción de esto: él manejaba dinero para los sumamente ricos”, dijo el Palm Beach Post en 2006.