Un avión caza perteneciente a la fuerza aérea estadunidense se desplomó en un área cercana al Aeropuerto Internacional de Albuquerque, en Nuevo México, sin dejar muertos o víctimas.
Alrededor de las 14:00 horas locales, tres equipos del cuerpo de bomberos de Albuquerque fueron enviados para combatir el fuego generado por el accidente y para asistir a dos civiles que fueron presenciaron el desplome.
Un miembro del departamento de bomberos de Albuquerque informó que el pito fue trasladado a un hospital aledaño y que hay una investigación en curso sobre este accidente.
Según informes recogidos por el Daily Mail, el piloto era la única persona a bordo del caza modelo F-35 y estaba consciente después del accidente.
Supuestamente, este logró ser expulsado del avión antes de que se estrellara contra el aeródromo del lado sur del aeropuerto, mismo que detuvo sus operaciones momentáneamente por el accidente.
Posteriormente, las redes sociales del aeropuerto solicitaron evitar las rutas Rio Bravo y Universidad, aunque los vuelos ya fueron reanudados.
Así fue combatido el accidente en Albuquerque:
aag