Michael Cohen, quien fuera abogado y confidente del presidente Donald Trump, llegó el lunes a la cárcel para empezar a cumplir su condena de tres años por violar normas de campaña al realizar pagos a pedido de Trump.
"Hay mucho que no se ha revelado" sobre el caso, dijo Cohen al entrar el Instituto Correccional Federal de Otisville a eso de las 11:45 de la mañana. En esta prisión de seguridad menor a 113 kilómetros al noroeste de la ciudad de Nueva York suelen encarcelar a criminales de cuello blanco.
"Hay mucho que no se ha revelado y espero que venga pronto el día en que yo pueda revelar la verdad", dijo Cohen a reporteros frente a su edificio en la ciudad de Nueva York, antes de subirse a un Cadillac Escalade para dirigirse al penal.
En una alusión al actual mandatario, Cohen declaró que espera que cuando salga en libertad "este país esté en una situación donde ya no reine la xenofobia, la injusticia y las mentiras".
Cohen parecía estar leyendo una declaración preparada y no respondió a las preguntas que le hacían a gritos los periodistas. Se tropezó al caminar hacia su SUV debido al tumulto de reporteros y fotógrafos, que maniobraron alrededor de unos andamios y forcejearon con su chofer.
Su abogado y vocero, Lanny Davis, dijo que Cohen seguirá dispuesto a cooperar con las agencias policiales, aunque no es seguro si tales agencias todavía desean su ayuda.
Desde mediados de marzo, la fiscalía de Nueva York ha rechazado las ofertas de Cohen de divulgar más información sobre presuntas ilegalidades de Trump y su entorno, dijo Davis.
"Si bien Michael estará detrás de las paredes de una prisión, la verdad no tiene paredes", dijo Davis en un comunicado.
Cohen, quien perdió su licencia de abogado, no ha pudo lograr que se le reduzca o se le postergue la pena de cárcel.
Su equipo legal solicitó ayuda a los congresistas demócratas luego que Cohen fue interpelado en el Congreso, pero éstos se negaron. La fiscalía federal en Nueva York también rechazó los pedidos, dijeron abogados de Cohen.
Originalmente Cohen iba a empezar su sentencia en marzo, pero un juez accedió a una prórroga de dos meses para que pudiera recuperarse de una cirugía y organizar sus asuntos.
Admirador de Trump durante largo tiempo -dijo en cierta ocasión que estaba dispuesto a "recibir una bala" dirigida al actual presidente-, es esperado en la prisión federal de Otisville, Nueva York, hacia las 14:00 horas locales.
Cohen fue condenado a tres años de prisión en diciembre, después de admitir que había pagado dinero en secreto durante las elecciones de 2016 a dos mujeres que dijeron haber mantenido relaciones sexuales con Trump, además de haber cometido fraude fiscal y haber mentido al Congreso.
El abogado había esperado hasta último momento que su sentencia se redujera, ofreciendo información a los investigadores que podría comprometer a Trump y su familia, incluso sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Pero aún si el fiscal especial Robert Mueller hizo referencia a Cohen en más de cien oportunidades en su informe sobre el "caso ruso", los fiscales no han cambiado su fallo sobre el ex abogado del presidente.
¿Por qué Cohen?
Hijo de un sobreviviente del Holocausto y de una enfermera, Cohen se convertirá en uno de los ayudantes más cercanos del presidente en ser encarcelado por un periodo considerable, después de que Paul Manafort, exdirector de la campaña de Trump, fuera condenado a más de 7 años de prisión.
Cohen trabajó para la Organización Trump durante una década e insiste en que todos los actos que le son reprochados se produjeron a instancias del presidente, de quien afirma que estaría dispuesto a aferrarse al poder incluso si pierde su apuesta a un segundo mandato en 2020.
"¿Cómo es que soy el único?", se preguntó en una entrevista con The New Yorker.
"No trabajé para la campaña. Trabajé para él. ¿Y por qué soy yo el que va a la cárcel? No soy yo el que se acostó con la estrella del porno", agregó, refiriéndose a Stormy Daniels, una de las mujeres que recibió dinero en secreto y en violación de las leyes electorales.
El abogado de Cohen, Lanny Davis, dijo el viernes que el hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr, debería haber ido a la cárcel pues fue quien "firmó los cheques".
Para el presidente estadounidense y sus aliados, la sentencia contra Cohen tiene sabor a revancha, después de que el abogado se diera vuelta y atacara a su jefe.
Trump lo llamó "débil" y lo calificó de "rata", dispuesta a inventar las mentiras necesarias para evitar la prisión.
Declaraciones finales
Pero el abogado, que ha sido inhabilitado y se está quedando sin dinero, no ha dicho su última palabra.
Este fin de semana declaró a los reporteros que lo siguieron en Manhattan mientras pasaba sus últimos momentos de libertad junto a su hijo Jake, que haría nuevas declaraciones el lunes antes de ir a la cárcel.
Cuando habló con los legisladores a principios de este año, mencionó sus planes de escribir un libro y llevar sus experiencias al cine.
Estaría siguiendo así el ejemplo del ex abogado de Richard Nixon John Dean, quien se declaró culpable de haber comprado el silencio de los ladrones del escándalo de Watergate y luego escribió un libro sobre su experiencia.
Las condiciones de detención en la prisión de Otisville deberían permitirle a Cohen pasar al menos algún tiempo dedicado a tales proyectos.
Se prevé que el exdefensor del presidente esté recluido en el "campo" de baja seguridad del centro de detención, que alberga a los presos que no son considerados peligrosos, incluidos muchos otros delincuentes de cuello blanco.
Los judíos practicantes condenados a penas de prisión a menudo solicitan ser ubicados en Otisville porque proporciona comidas kosher y los detenidos pueden observar el día de descanso del Shabat.
Los 120 prisioneros de esta ala de la cárcel pueden usar bibliotecas, así como jugar al básquetbol y al tenis.
¿Puede Cohen esperar una pronta liberación?
"Debido a que el Congreso eliminó la libertad condicional en 1987, lo más que puede esperar es una reducción del 15 por ciento de su sentencia por 'buena conducta'", dijo el abogado penalista Harlan Protass.
"También es probable que pase los últimos seis meses de su sentencia en un centro de rehabilitación", añadió.
jamj