"Esto es el resultado del bullying. Mi guapo hijo estaba peleando una batalla de la que ni yo pude salvarlo", fueron las palabras de Samie Hardman, madre del pequeño Drayke, quien con 12 años se suicidó tras ser víctima de la violencia escolar en Utah, Estados Unidos, un caso que ha provocado una profunda conmoción en su familia, comunidad y usuarios de redes sociales.
A través de sus cuentas en Facebook, los padres han expresado su angustia y han hecho un llamado a otros responsables del cuidado de los niños a estar atentos ante cualquier hecho que involucre agresiones entre los pequeños.
- Te recomendamos Conflicto Rusia-Ucrania, se mantiene tensión política en Europa | Última Hora Europa
"Es real, es silenciosa y no hay nada, absolutamente nada que puedas hacer como padre para alejar ese dolor tan profundo", siguió escribiendo Samie.
Tanto ella como el padre, Andrew, han comenzando una campaña en redes sociales con el hashtag #doitfordrayke (o Hazlo por Drayke, traducido al español), afirmando además que su hijo fue varias veces intimidado por un estudiante de la escuela en la que estaba.
"La personalidad de Drayke tenía que ver con las personas. Le encantaba hacer reír a la gente. Le encantaba hacer lo que podía para asegurarse siempre de que alguien tuviera un amigo”, dijo su madre a la cadena estadunidense ABC News.
Ambos creen que los padres del menor que ejercía el violento acoso contra su hijo también debieron estar más preocupados de las acciones, lo cual pudo haber cambiado la situación.
"En el fondo hay algo roto que este niño le quitó a mi hijo, y tiene que venir de alguna parte porque, como dijo Samie, los niños no se enojan por naturaleza", dijo el padre.
Agregó que "para él tener que atacar a mi hijo para ganar confianza significa que le faltaba algo. Entonces, en cierto sentido, este acosador también fue una víctima, y ahí es donde debemos encontrar la solución: enseñar a nuestros hijos que el mundo está roto, pero que ellos son la generación que lo va a arreglar".
"Tenía 12 años. Cómo es que un niño de 12 años que era tan amado por todo el mundo pensó que la vida era tan difícil que necesitaba quitársela", sostuvo la madre.
En la cadena 2KUTV afirmó que cuando le preguntaron a su hijo sobre pensamientos suicidas, "él nos dijo que 'no, no' (...) Incluso pareció que se sintió molesto porque yo le pregunté eso".
"Estoy enojada, y estoy herida y rota. Y, sin embargo, una parte de mí solo quiere que este matón encuentre la paz para que ningún otro niño se caiga, porque ¿Quién será el próximo?", recalcó ella a ABC News.
En Scholar Academý, el establecimiento al que asistía el pequeño, la directora Traelle Gailey, emitió un comunicado en el que lamentó los hechos, expresó sus condolencias a la familia y dijo que aplican sus políticas con respecto a los casos de violencia escolar, donde además han realizado jornadas de reflexión ante este caso.
A través del sitio GoFoundMe se está realizando una campaña de ayuda para la familia ante este caso, la cual contempla los donativos en dinero ante el hecho que afectó al pequeño.