La visita de Barack Obama a Colombia estuvo opacada por uno de los mayores escándalos del Servicio Secreto de Estados Unidos (USSS por sus siglas al inglés), cuyos agentes de traje negro y gafas oscuras se vieron involucrados en una noche de alcohol, fiestas y sexo servicio.
Fue el 13 de abril del 2012 cuando el Washington Post reveló que miembros del Servicio Secreto, e incluso del ejército estadounidense, habrían invitado a varias prostitutas a su habitación en el “Hotel Caribe” de la calurosa Cartagena; ciudad a la cual Obama arribaría días después para participar en la Cumbre de las Américas.
- Te recomendamos ¿Qué es el Servicio Secreto de EU? Equipo que intervino durante tiroteo en campaña de Donald Trump Internacional
“Si uno de los agentes no hubiera discutido con una de las mujeres respecto a cuánto le debía, el mundo nunca hubiera conocido esta sórdida historia”, declaró el senador Chairman Lieberman en la comparecencia que Mark J. Sullivan, entonces director del USSS, hizo en el Congreso tras el escándalo que puso en duda la reputación de la agencia.
En aquella sesión Sullivan negó que los comportamientos de los involucrados fueran parte de un problema sistémico de la agencia, sino por “el mal juicio” de los once involucrados— quienes fueron repatriados y suspendidos de manera inmediata—. Un acto que, subrayó, permitió al Servicio Secreto re-configurar el plan de seguridad para el cual dichos agentes fueron desplegados en Colombia de cara a la visita presidencial.
La caja de pandora
Autoridades estadounidenses afirmaron a ABC que los agentes estaban a cargo de las gestiones y acompañaban directamente al entonces Presidente de Estados Unidos. En ese tenor, Sullivan detalló al Congreso que los involucrados recibirán sus asignaciones al día siguiente del escándalo, por lo que “ninguno tuvo documentos de seguridad sensibles, armas de fuego, radios u otro equipo relacionado dentro de sus habitaciones”.
Las versiones relataron que un grupo de agentes del USSS habían visitado varios bares y discotecas durante la noche del 11 de abril del 2012. Una de las mujeres involucradas declaró a CNN que fue en uno de esos lugares donde se encontró con los funcionarios, sin saber que pertenecían al Servicio Secreto.
Relató que uno de los hombres del “grupo de americanos” que arribó a la discoteca le hizo saber su deseo de “estar con ella”, a lo cual la fémina aceptó a cambio de “un regalo” de 100 dólares (aproximadamente 1,800 pesos mexicanos). Así, y junto a otra fémina, acompañaron al señalado y a otro agente al “Hotel Caribe”, sin imaginar que al día siguiente estallaría la controversia.
Ambas colombianas habrían discutido con los dos agentes en la mañana siguiente, luego de que éstos se negaran a pagar lo acordado en la noche anterior. La disputa escaló y los hombres sacaron a las mujeres de la habitación sin darles el dinero, pero éstas continuaron sus exigencias desde afuera del cuarto por algunas horas. Sin embargo los funcionarios se mantuvieron renuentes.
Harta de la situación, la mujer— quien testificó para CNN— dio aviso a un policía del hotel. En cuestión de minutos un par de policías de Colombia, dos sexoservidoras, personal de seguridad del inmueble y otros norteamericanos (presuntamente también miembros del USSS) ya estaban frente a la habitación intentando aclarar la situación.
- Te recomendamos Donald Trump, el intento de magnicidio que puso en duda al Servicio Secreto de EU Estados Unidos
Y es que, por otra parte, una fuente de CBS afirmó que uno de los agentes desconocía que la mujer ejercía el sexo servicio. De ahí su sorpresa por la exigencia de un pago, el cual habría intentado negociar al ofrecer 30 dólares (alrededor de 558 pesos mexicanos); mismos que la mujer rechazó y empezó la disputa.
“No se trató de un sólo grupo que salió a una noche de fiesta. Sino, eran pequeños grupos de dos y tres agentes que salieron en diferentes momentos a diferentes clubs, bares y burdeles, pero que todos terminaban en circunstancias comprometedoras”, afirmó la senadora Susan Collins, destacando que dos de los señalados eran altos mandos del Servicio Secreto con más de 20 años de trayectoria.
“Eso envía un mensaje a las bases de que ese tipo de actividad está tolerada”, reafirmó ante Sullivan.
El cambio de reglas
Sullivan declaró que, tras el incidente, personal del USSS en Cartagena inició con las investigaciones del caso: revisó cámaras de seguridad del hotel y llevó a cabo entrevistas a los presuntos involucrados imputando, como primer resultado, a una docena de agentes.
Los doce volvieron a los Estados Unidos para ser entrevistados y someterse a un detector de mentiras, según detalló CBS, además de ser suspendidos de sus funciones durante el avance de las investigaciones. Con ello, el titular del Servicio Secreto negó que esta conducta fuera un acto tolerado dentro de la dependencia.
- Te recomendamos Servicio Secreto enfrenta investigación federal por "error" en evento de Trump Internacional
Pero Collins dudó de esta última aclaración y afirmó que los involucrados actuaron “de una manera llamativa”, al registrar el nombre de las extranjeras como huéspedes del hotel, a sabiendas de que serían exentos.
— Director Sullivan, entiendo que todo el personal involucrado del Servicio Secreto (...) registró a las mujeres en el recibidor del hotel con sus verdaderos nombres. ¿Es correcto?, preguntó la senadora.
— Sí lo es, respondió Sullivan.
— Ese hecho (...) refuerza la crítica de que estos comportamientos han sido tolerados en el pasado. En otras palabras, sugiere que los agentes estaban tan despreocupados de ser atrapados o de la impropiedad de sus acciones que ni siquiera se molestaron en ocultarlo, remató Collins.
- Te recomendamos Biden pide a Congreso de EU trabajar en sanciones más severas para combatir tráfico de fentanilo Internacional
A las alegaciones se aunaron los correos a los cuales el Congreso tuvo acceso y demostraban la “descarada conducta“ de los implicados.
“Colonia, listo. / equipo de proxeneta, listo. / Lentes de sol, listo”, enlistó uno de los mails enviado por un agente especial a un homólogo suyo en la mañana del 10 de abril. “Debiste ver lo que hice en mi cuarto anoche”, escribió un miembro de la División Uniformada el 12 de abril, quien horas después replicó. “Estaba bromeando en la mañana, ahora que ya escuche las noticias”.
El reporte United States Secret Service: An Agency in Crisis del Congreso de EU calificó aquellas pruebas como un indicativo que “los empleados no creían que sus faltas serían castigadas”, así como una “completa indiferencia de las consecuencias” de sus actos.
Pese a la defensa de Sullivan por la reputación del Servicio Secreto, la dependencia instauró nuevos y más estrictos códigos de conducta y reglas para el personal en sus viajes al extranjero. Entre ellas:
- Prohibir la entrada de cualquier residente del país visitado, excluyendo personal del staff y homólogos oficiales encargados de hacer cumplir la ley.
- Prohibir a los agentes frecuentar establecimientos de mala reputación.
- El consumo de alcohol se permitirá en cantidades moderadas mientras esté fuera de servicio en un viaje temporal; su consumo está prohibido dentro de las 10 horas posteriores a presentarse al servicio.
- Tampoco se podrá consumir alcohol en el hotel del protegido una vez iniciada la visita protectora.
ASG