El hombre que asesinó el pasado 3 de agosto a 22 personas e hirió a dos docenas más en un tiroteo cuyo objetivo eran ciudadanos mexicanos en El Paso, Texas, enfrentará cargos federales por delito de odio, señaló una persona al tanto del asunto.
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Los fiscales federales esperaban anunciar los múltiples cargos contra el presunto agresor Patrick Crusius, de Allen, Texas, en las próximas horas en una conferencia de prensa en El Paso, de acuerdo con la persona, quien tuvo conocimiento directo del caso, pero no está autorizada para ofrecer detalles de la imputación antes del anuncio oficial y habló a condición del anonimato.
Un manifiesto atribuido al responsable de la matanza durante un ajetreado día de compras por el regreso a clases, reveló que el ataque tenía el objetivo de ahuyentar a los hispanos de Estados Unidos.
El tiroteo ocurrió en un momento en que funcionarios de inmigración trataban de hacer frente a la multitud migrantes en la frontera con México y en medio de una batalla política sobre su trato; El Paso era el epicentro de la llegada de éstos.
El presidente estadunidense Donald Trump ha convertido los operativos contra la inmigración no autorizada en un sello distintivo de su gobierno y el polémico tema ha llamado la atención alrededor del mundo.
Ocho mexicanos estuvieron entre las víctimas fatales del ataque en una tienda de la cadena Walmart a la que suelen acudir clientes de la vecina Ciudad Juárez, México.
David Lane, un abogado de Colorado que representa a Crusius en el caso federal, dijo el jueves por la mañana que aún no ha revisado la imputación pero que espera que los fiscales federales no busquen la pena de muerte de su cliente.
“Parte de la evolución de nuestra sociedad implica comprender que la justicia no es sinónimo de venganza, porque la venganza deja de lado la humanidad esencial en todos nosotros y nos brutaliza a todos. Parte de mi labor aquí es tratar de convencer al Departamento de Justicia que no es un departamento de venganza”.
Crusius, de 21 años, enfrenta un juicio en un estado donde el asesinato es punible con la pena de muerte. El año pasado se declaró inocente de los cargos.
La imputación federal es presentada al tiempo en que El Paso conmemora a las víctimas a seis meses del tiroteo. El pasado fin de semana, el poblado cercano de San Elizario plantó 22 robles en honor de los fallecidos. Los medios de noticias locales transmitieron remembranzas.
Al momento de entregarse a policías después de la matanza en la tienda, Crusius les dijo “yo soy el tirador” y añadió que los mexicanos eran su objetivo, de acuerdo con una orden de arresto.
Crusius condujo más de 10 horas desde la casa de sus abuelos, en un suburbio de Dallas, hasta El Paso para perpetrar el ataque, según la policía. Un abogado de la familia Crusius se negó a ofrecer declaraciones el jueves.
kvd