El jefe del principal sindicato de la Policía del Capitolio, Gus Papathanasiou, alertó de una previsible y masiva salida de agentes en el recinto que alberga al Congreso de Estados Unidos, luego del último ataque producido el fin de semana, en el que murió el oficial William Evans, un hecho que se suma al caos generado en el edificio por seguidores de Donald Trump el 6 de enero.
Papathanasiou ha lamentado que la institución está "peleando por cumplir con los requisitos" establecidos aunque para ello tengan que hacerlo con hasta 233 agentes menos de lo autorizado y "forzando a hacer horas extra" y ha alertado de que son "muchos" los oficiales más jóvenes que le han confirmado que están buscando una salida hacia otros departamentos.
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"En los próximos tres o cinco años, tendremos otros 500 oficiales que podrán presentar su jubilación. Muchos de estos oficiales podrían presentar documentación para hacerlo mañana" y otros "más jóvenes" han confirmado que "están buscando en otras agencias y departamentos", ha revelado.
A través de un comunicado, el presidente del Comité Laboral de la Policía del Capitolio ha reconocido que el ataque del pasado viernes, en el que murió un agente y otro resultó herido, ha dejado al resto del cuerpo "tambaleándose", por lo que ha solicitado al Congreso que refuerce la seguridad y siga las recomendaciones del grupo de trabajo que investigó el ataque generado por los seguidores de Trump, donde también murió un integrante del equipo de seguridad.
"Hemos perdido a dos oficiales en el cumplimiento del deber este año. Otro oficial se quitó la vida y tenemos 80 oficiales que resultaron gravemente heridos durante los disturbios" y "es posible que algunos de esos oficiales heridos nunca regresen al servicio", ha señalado.
Aquella investigación, liderada por el teniente general retirado del Ejército, Russel Honoré, apuntó un refuerzo de la Policía del Capitolio de hasta 800 agentes con los que "ocupar los vacíos de capacidad evaluados", incluyendo "especialistas en Inteligencia, supervisores, personal para la unidad antidisturbios y protección para los congresistas", entre otros.
"Les dimos el plan. Trabajamos duro para dárselo. Ahora tienen que trabajar para que ese plan se cumpla porque la Policía en el Capitolio se lo merece. Nuestra nación se lo merece. Y esas familias que han perdido a sus seres queridos lo merecen", ha enfatizado Papathanasiou.
El pasado viernes, el joven Noah Green, de 25 años, estrelló el vehículo que conducía contra uno de los puestos de control del acceso norte al Capitolio. Atacó a los dos agentes que se encontraban en el lugar, Evans, quien murió en el hospital, y Kenny Shaver, quien fue dado de alta un día después. Green fue abatido cuando salió del coche blandiendo un cuchillo.
Se trata del segundo policía del Capitolio que fallece en los últimos meses, después de la muerte del oficial Brian Sicknick, días después del asalto al Capitolio el 6 de enero por las heridas sufridas cuando estaba de servicio.
OMZI