Un joven de 19 años fue asesinado por la policía de Los Ángeles, en Estados Unidos. La víctima tenía una pistola de aire comprimido y recibió varios disparos por parte de uno de los oficiales.
Luis Herrera murió el 17 de septiembre después de llamar en repetidas ocasiones al 911 para que la policía llegara a la casa de su familia. El joven acusó que su padre estaba supuestamente borracho y golpeaba tanto a su madre como a él, de acuerdo con The New York Post.
Alrededor de las 13:20 horas, dos oficiales de la policía de Los Ángeles respondieron al llamado de violencia doméstica.
Cuando se acercaron a la residencia, el joven, vestido completamente de negro, salió por la puerta principal con “lo que parecía ser un rifle negro”, detalló el Departamento de Policía de Los Ángeles en un comunicado de prensa.
En un video publicado por la policía hace tres días se muestra al oficial que le disparó al joven, quien salió del domicilio apuntando su arma aire comprimido.
Un oficial gritó a Luis que bajara el arma, pero el joven no hizo caso, ello llevó a los policías a cubrirse en una esquina de la casa.
“Herrera se echó el rifle al hombro y apuntó a los oficiales, lo que resultó en un tiroteo que involucró a un oficial”, indicó el comunicado.
El joven recibió varios disparos y cayó, pero siguió sosteniendo su arma de juguete mientras se movía en el suelo detalló el departamento de policía.
Un hombre se acercó por detrás de los oficiales y les indicó que se trataba de su hijo. Los policías le pidieron que retrocediera y dijeron que platicaría con él más tarde.
Una mujer salió de la casa gritando que era su hijo, mientras que las autoridades le solicitaron que se apartara del lugar. El menor todavía presentaba algunos movimientos.
"¡Policía! ¡policía! Es mi hijo, ¿por qué?", gritó la mujer. El padre de Luis se acercó al joven y reiteró que el arma era de juguete, a lo que un policía respondió que se movieran en tanto solicitaba apoyo de más unidades.
Herrera fue esposado mientras sangraba y luego fue declarado muerto en la escena. Se determinó que el arma de Luis era de juguete, además, la policía encontró una pistola falsa hecha para parecerse a una Glock.
Tras realizar las primeras investigaciones, se descubrió que no había evidencia de violencia doméstica entre los padres del joven, contrario al reporte en las llamadas del 911.
El oficial que le disparó a Luis fue puesto en licencia administrativa mientras concluyen las indagatorias, las cuales determinarán si se justificó el uso de la fuerza letal.
ROA