Los fuertes vientos de días pasados sumados al clima seco de California, prendieron los focos de alerta sobre nuevos incendios forestales.
El 5 de diciembre, la empresa PG&E anunció cortes de energía eléctrica en 16 condados como medida preventiva. Las fuertes ráfagas de viento pueden dañar el sistema eléctrico, que tiene el potencial de encender fuego en áreas con vegetación seca.
Se calcula que cerca de 92 mil personas serán afectadas por los cortes de energía, a quienes la empresa les estará notificando cuando suspenda sus servicios por motivos de seguridad.
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Alpine, Amador, Butte, Calaveras, El Dorado, Fresno, Kern, Lake, Napa , Nevada, Placer, Plumas, Sonoma, Tulare, Tuolumne y Yuba, así como dos comunidades tribales fueron las zonas clave de estos apagones.
Al respecto, la empresa comunicó:
"Sabemos que perder energía [eléctrica] es perjudicial, especialmente para aquellos con necesidades médicas, clientes que trabajan desde casa y estudiantes que participan en el aprendizaje a distancia ante el nuevo coronavirus"
Los apagones son un tema de gran importancia en California. En ciudades como Los Ángeles o San Francisco se ha apostado por una transición hacia las energías "limpias", como la eólica o la solar.
Sin embargo, los cambios en el clima hacen que en ocasiones estas fuentes de energía no sean suficientes para abastecer a la creciente población que cada día demanda más servicios.
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En California viven cerca de 40 millones de personas para quienes los servicios básicos son cada vez más limitados. No obstante, el Estado Dorado es fuente del mayor PIB de Estados Unidos en lo que va de 2020, con 2 mil 817.22 miles de millones de dólares, seguido de Texas y Nueva York, manteniendo la tendencia de años anteriores.
Pero no es el único récord que California tiene: en agosto de 2020, el Valle de la Muerte alcanzó los 130 grados Fahrenheit (54.4 °C), probablemente la mayor temperatura jamás registrada en el planeta Tierra.
Las altas temperaturas incrementan la demanda de electricidad por el aire acondicionado de las casas y así, se genera un escenario donde el cambio climático, la transición energética y la explosión demográfica afectan a la población del estado que, de ser un país independiente, sería la quinta economía mundial.