El oeste de Estados Unidos se prepara para el impacto de una gran tormenta invernal que se prevé arribe el lunes, causando dificultades para los viajeros, la amenaza de inundaciones y algo de alivio en un otoño inusualmente cálido.
Se registraron ligeras lluvias y nieve en el norte de California, dándoles a los residentes una probada de lo que se avecina. La tormenta, que se tiene previsto dure varios días, podría dejar más de 2.4 metros (8 pies) de nieve en las cimas más elevadas y empapar otras partes de California conforme avanza hacia el sur y el oeste antes de salir del estado a mediados de la semana.
"Es un evento bastante generalizado", dijo Anna Wanless, del Servicio Nacional de Meteorología en Sacramento. "La mayor parte de California, si no es que toda, tendrá algún tipo de lluvia y nieve".
La precipitación dará al menos un alivio temporal a toda una región que se ha visto asediada por una sequía causada por el cambio climático. La mayoría de las reservas hídricas dependen del derretimiento de la nieve durante la primavera.
La tormenta de esta semana es típica para esta época del año, pero notable porque se trata de la primera gran nevada que se prevé afecte significativamente los traslados debido a la presencia de hielo y nieve en los caminos, fuertes vientos y visibilidad limitada, indicó Wanless. Los conductores de algunas carreteras que atraviesan las montañas tuvieron que colocar cadenas en sus neumáticos el domingo.
Las autoridades exhortaron a la población a aplazar viajes y a mantenerse en interiores. Las lluvias podrían provocar pequeñas inundaciones y deslizamientos de tierra, en especial en zonas que han sido afectadas por incendios forestales, según el pronóstico.
El departamento de policía del condado San Bernardino emitió órdenes de evacuación para varias zonas, citando la posibilidad de inundaciones. Autoridades de bomberos del condado Los Ángeles pidieron a los residentes mantenerse alerta ante la posibilidad de flujos de fango.
evr