Este Halloween el disfraz más peligroso no será el de It, Jason, Chuky, ni siquiera el de Dahmer, el más letal es una pastilla de apenas seis milímetros y media dosis es mortífera.
Se trata del fentanilo disfrazado en pastillas de colores, conocidas como, Rainbow o Arcoíris que ha encendido las alertas de las autoridades en Estados Unidos.
Los Sheriff´s del condado de San Diego en California hicieron un llamado a los padres de familia para supervisar los dulces que recibirán sus hijos en las fiestas de Halloween, toda vez que una dosis de la droga sería mortal.
También, el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, alertó, luego de que en un operativo conjunto con la Agencia de Control de Drogas (DEA) incautaron 12 mil píldoras de fentanilo en cajas de dulces.
El criminal que estaba por abordar un avión, portaba varias bolsas de dulces y refrigerios. Sin embargo, se descubrió que dentro de las cajas de dulces “Sweetarts”, “Skittles” y “Whoppers” había pastillas de fentanilo y no dulces.
Por ello, las autoridades hicieron un llamado a que "Con la llegada de Halloween, los padres deben asegurarse de revisar los dulces de sus hijos y no permitirles comer nada hasta que hayan sido inspeccionados por ellos. Si encuentra algo en las cajas de dulces que cree que podrían ser narcóticos, no lo toque y notifique de inmediato a la agencia local de aplicación de la ley".
En los últimos dos años, el fentanilo se ha convertido en la causa número uno de muertes en Estados Unidos, equiparando sus víctimas como "vivir un 9-11 cada 15 días".
Los activistas y las cifras oficiales coinciden en que las mafias mexicanas están inundando de opioides sintéticos las calles de esta ciudad californiana.
“Cada dos semanas estamos sufriendo un 9/11, si uno se da cuenta en los Estados Unidos en el 2021 hubo aproximadamente 80 mil 216 muertes por fentanilo”, alerta Jaime Puerta, presidente de la ONG Victim of Illicit Drugs.
El ataque a las Torres Gemelas, ocurrido el 11 de septiembre de 2001, fue el mayor atentado contra la población civil de Estados Unidos, dejando como saldo 2 mil 996 muertos y más de 25 mil heridos.
Veinte años después, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación generan la misma cantidad de muertos dos veces al mes, a causa del fentanilo que fabrican en sus narcolaboratorios de Baja California, Sonora, Sinaloa y Jalisco, principalmente.
En 2021, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) registraron 107 mil muertes en Estados Unidos por sobredosis. De éstas, al menos 70 mil estuvieron relacionadas con el fentanilo. Sin embargo, las organizaciones civiles consideran que los fallecimientos a causa de esta droga podrían superar las 80 mil.
El 60 por ciento del fentanilo que inundó las calles de Estados Unidos, y provocó la muerte de más de 70 mil personas en 2021, entró por los tres puntos de ingreso de Baja California.
Las garitas de Otay, San Isidro y Calexico representan apenas el uno por ciento de los 300 accesos aduanales que existen para ingresar al país vecino, convirtiendo a San Diego como principal puerta de acceso del opioide sintético, donde inicia la estela de muerte por sobredosis.
En entrevista con MILENIO, la fiscal de Distrito de San Diego, Summer Sthepan, reconoció que el año pasado (y este se perfila para repetir) el fentanilo fue la causa número uno de muertes entre la población norteamericana por arriba de los asesinatos por armas de fuego, accidentes automovilísticos y enfermedades como covid-19 y cáncer.
Por ello, en su distrito han endurecido las penas contra los traficantes de la droga sintética, al grado de que en lo que va del año han presentado cargos contra siete traficantes por el “asesinato” de jóvenes que murieron a causa de la droga.
También modificaron sus leyes para sentenciar a cadena perpetua a los dealers que en tres ocasiones fueron arrestados por el tráfico de fentanilo.
“El fentanilo está matando a más personas en los Estados Unidos que cualquier otra causa, es abrumador, más que los accidentes automovilísticos, las armas, más que el cáncer, la diabetes o el covid”.
Las fuertes medidas se deben a que, en los últimos dos años, San Diego se ha convertido en la principal entrada de la droga, ante la laxitud de las autoridades mexicanas.
“Tenemos tres puertos de entrada en San Diego y el 60 por ciento del fentanilo que se consume llega en vehículos desde México en nuestros puertos de entrada. Todo este producto se está fabricando en México. Sabemos que se está fabricando sin cuidado, lo que significa que dos miligramos pueden matar a una persona, pero se está fabricando sin importar la cantidad que contiene y esencialmente solo para generar ganancias para los cárteles”, dijo.
ledz