Republicanos van por voto latino en frontera con México; los demócratas, por el de Florida

Mientras que los demócratas, alentados por el crecimiento de la población hispana, buscan una vez más alzarse con el estado republicano más grande del país, y uno de los más codiciados por el número de latinos de todo tipo.

Las elecciones en Estados Unidos se realizarán este 8 de noviembre. (AP / Ilustración)
Editorial Milenio
Harlingen, Texas / Miami, Florida /

A semanas de las elecciones, en Texas y Florida se gasta nuevamente mucho dinero en la búsqueda de votos, hay indicios de cambios en las tendencias y pronósticos de que se pueden producir resultados totalmente inesperados.

Esta vez, sin embargo, los pronósticos no vienen de los demócratas, que siempre dicen que el crecimiento de la población hispana les dará finalmente la victoria en este estado, sino de los republicanos.

"Vamos a teñir el río Grande (el Río Bravo) de rojo", el color de los republicanos, dijo el gobernador republicano Greg Abbott durante un acto en la ciudad fronteriza de Harlingen.

Mientras que los demócratas, alentados por el crecimiento de la población hispana, buscan una vez más alzarse con el estado republicano más grande del país, y uno de los más codiciados por el número de latinos de todo tipo: Florida.

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Los republicanos también tienen ambiciosos objetivos en las elecciones del 8 de noviembre, que no se limitan a conservar su hegemonía a nivel estatal: Quieren ganar en la frontera con México, poblada mayormente por hispanos y donde por años se dio por descontada una victoria demócrata.

La batalla no es fácil para Abbott, sino también para la campaña del demócrata Beto O'Rourke, que también busca la gobernación, en poder de Abbott. Pero confían en su estrategia de presentar a la frontera como una extensión de mil 900 kilómetros (mil 200 millas) donde abundan los peligros y el caos como consecuencia del ingreso ilegal de cantidades sin precedentes de migrantes provenientes de México.

Los demócratas dicen que el traslado de migrantes en autobuses y aviones a otros puntos del país perjudicará a los republicanos, pero al mismo tiempo admiten que no pueden descuidar el voto hispano.

De todos modos, el hecho de que varias contiendas en puntos de la frontera se perfilen como reñidas genera fisuras en un importante bastión demócrata dos años después de que Donald Trump lograse resultados inesperadamente buenos entre los hispanos en las presidenciales del 2020.

"Esta es la primera vez que hay tantas contiendas competitivas", declaró el republicano Carlos Cascos, un demócrata que se pasó al Partido Republicano y fue el primer secretario de estado de Abbott.

Cascos no cree que los republicanos vayan a barrer con el voto hispano en el Valle del Río Grande, donde hay 1.5 millones de habitantes. Pero afirma que "las cosas están cambiando" y ya no se puede decir que los demócratas tienen garantizado el voto hispano.

Los demócratas siguen teniendo ventaja en el sur de Texas, en parte porque hay muchos candidatos moderados, menos vulnerables a los ataques de los republicanos y que cuestionan algunas cosas del presidente Joe Biden, que no es muy popular en un período de gran inflación.

Sin embargo, la victoria de la representante republicana Maya Flores en una elección especial este año, en la que pasó a ser la primera texana hispana en la Cámara de Representantes, indicó que, efectivamente, las cosas pueden estar cambiando. Flores tratará de retener su banca ante el demócrata Vicente González, que cambió de distrito para tener más posibilidades de arrebatarle el escaño.

Los demócratas esperan que el envío de migrantes a sitios como Washington, Nueva York y Chicago dispuesto por Abbott y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, les cueste votos a los republicanos. Los republicanos, por su parte, dicen que los votantes liberales de las grandes ciudades alejadas de la frontera ignoran los problemas que afectan a la población de clase mayormente trabajadora en el sur de Texas.

Mónica de la Cruz, candidata a la cámara baja en la contienda más reñida de Texas, en un distrito que va desde el este de San Antonio a McAllen y otras comunidades fronterizas, "las elites no entienden (lo que sucede) porque la migración ilegal prácticamente no tiene impacto alguno en sus vidas".

"Los ejecutivos bancarios de Wall Street no tienen que preocuparse de un migrante pobre que hace que bajen sus salarios", declaró de la Cruz recientemente a la prensa.

La ex gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, tenía planeado presentarse en actos de Flores y de la Cruz en la frontera el lunes, en una inusual incursión de figuras republicanas de proyección nacional en la frontera.

Estos esfuerzos coinciden con la apertura de 38 centros de enlace con comunidades minoritarias por parte de los republicanos en todo el país, incluidas McAllen y otra ciudad fronteriza, Laredo, además de Houston y San Antonio, dos urbes con una gran población hispana.

Algunos de esos centros ofrecen servicios como tutores para clases sobre la ciudadanía y asesoría en materia de impuestos. También organizan la proyección de películas, cenas, debates sobre temas comerciales y talleres sobre asuntos como las criptodivisas. Algunas de estas oficinas abrieron hace más de un año.

El Partido Republicano dice que invirtió millones de dólares en acciones tendientes a captar el voto hispano en todo el país. Y tiene 32 hispanos una cantidad récord— aspirantes a bancas en la cámara baja, aunque varios de ellos no tienen posibilidades de salir airosos.

Los demócratas, por su parte, abrieron en abril una oficina que coordina acciones proselitistas a nivel nacional en McAllen, con tres personas enfocadas en las contiendas regionales. Es la primera vez que toman una iniciativa de este tipo en años.

Richard Gonzales, director de la rama del Partido Demócrata de Hidalgo, un condado que incluye a McAllen, dijo que los dirigentes partidarios realizan llamadas de Zoom todas las semanas con gente de la campaña de O'Rourke para coordinar los esfuerzos tendientes a alentar la participación. Indicó que los avances de Trump y los republicanos fueron reales, pero estuvieron asociados "con candidatos específicos" y difícilmente se repitan.

O'Rourke en el pasado dio un susto a Ted Cruz en una contienda por una banca en el Senado y también se postuló a la presidencia.

"La gente dice que los demócratas están acabados aquí y que los republicanos van a tomar el control, pero eso no es cierto", dijo el demócrata Gonzales, aludiendo al sur de Texas. "Sin embargo, nos hicieron un llamado de atención y comprendimos que ya no se puede dar por descontada la victoria" entre los hispanos de la frontera.

Los demócratas buscan los votos hispanos perdidos en Florida por el tema de las armas

Annette Taddeo caminó hacia el podio en la Biscayne Bay de Miami y describió a la audiencia cómo le había escapado al terrorismo de adolescente en Colombia. Luego habló del temor que siente cuando su hija de 16 años va a la escuela.

Un autobús de campaña azul y anaranjado tenía escrito en español este mensaje de la candidata demócrata a un escaño legislativo: “Un futuro sin violencia”.

“Los latinos están aquí por el sueño americano. Cuesta mucho alcanzarlo cuando temes por la seguridad de tus hijos”, dijo Taddeo, una senadora estatal que aspira al escaño de la republicana María Elvira Salazar en la Cámara de Representantes.

Pocos sitios frustraron más a los demócratas que el sur de la Florida en las elecciones del 2020. Un giro de los latinoamericanos hacia los republicanos ayudó a que los demócratas perdiesen varias bancas en la cámara baja y a que Donald Trump, que buscaba la reelección como presidente, ganase la Florida por más de tres puntos porcentuales.

Los demócratas están ensayando otras fórmulas ahora, usando experiencias personales para promover las prioridades del partido en una comunidad que a menudo se siente ignorada.

Los esfuerzos se producen en momentos muy volátiles para los hispanos de la Florida. El gobernador republicano Ron DeSantis ha enfocado la atención en la migración tras disponer el envío de un grupo de venezolanos a Martha’s Vyneyard, en Massachusetts, como parte de un programa estatal de reubicación de migrantes que están en el país sin permiso.

Si bien algunos de los venezolanos y de latinoamericanos afiliados al partido Demócrata condenaron la medida, describiéndola como una “treta cruel”, varios exiliados de las dictaduras de Nicolás Maduro y de Cuba aplaudieron a DeSantis.

El senador republicano de la Florida de origen cubano, Marco Rubio, escribió una columna en español para una plataforma conservadora en la que pareció apoyar a DeSantis al expresar la preocupación de que los migrantes que ingresan a Estados Unidos desde México podrían ser delincuentes liberados por el presidente venezolano Nicolás Maduro.

El uso de armas en incidentes violentos, por otro lado, es un tema de mucho impacto en Florida, donde ocurrieron dos de las matanzas más graves de los últimos años. La prensa en español dio también amplia cobertura a la matanza de niños en una escuela primaria de Uvalde (Texas), una ciudad mayormente hispana, y al juicio de un hombre que abrió fuego en una secundaria de Parkland (Florida) en el 2018.

Una encuesta de la Associated Press y el NORC Center for Public Affairs Research realizada en junio indicó que el 35 por ciento de los hispanos mencionó las armas cuando se les preguntó por hasta cinco temas en los que el gobierno debería concentrarse el año que viene. El año pasado solo el 18 por ciento lo hizo y en el 2020 apenas el 10 por ciento.

“La comunidad latina ha tomado conciencia de este tema”, declaró Stephen Nuño-Pérez, analista de BSP Research, una firma que estudia las inquietudes de los votantes hispanos para el Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Elegidos y Nombrados (NALEO).

Una agrupación abocada al control de la venta de armas fundada por la ex representante de Arizona, Gabrielle Giffords, quien sobrevivió a una balacera en la que murieron seis personas y más de una docena resultaron heridas en Tucson en el 2011, eligió a Florida para una iniciativa enfocada en un estado específico y seleccionó una serie de candidatos a los que apoyará.

El comité político de Giffords dio 15 mil 500 dólares a más de tres docenas de candidatos latinoamericanos de todo el país y lleva invertidos un millón de dólares en la Florida en este ciclo electoral.

En Texas, avisos publicitarios y carteles callejeros la emprenden contra el gobernador republicano Greg Abbott, usando declaraciones que hizo luego de una balacera en la escuela Robb Elementary de su estado. Inicialmente elogió la respuesta de las fuerzas policiales y dijo que “pudo haber sido mucho peor”. Posteriormente, sin embargo, se reveló que casi 400 efectivos enviados a la escuela esperaron una hora antes de que un joven de 18 años empezase a los tiros adentro de un aula.

“Es de esas cosas de las que la gente habla en la cocina”, expresó Peter Ambler, director ejecutivo de Giffords, como se llama la agrupación de la ex legisladora. “Creemos que tenemos una oportunidad real de hacer que mucha gente cambie su voto, sobre todo en la Florida, donde ha habido tantos casos resonantes, actos de violencia con armas, donde hay una epidemia de violencia con armas”.

Cada vez más niños mueren abatidos por armas de fuego en Estados Unidos. En el 2021 fallecieron mil 562 chicos de 17 años o menos, según el portal Gun Violence Archive, que estudia el tema. Muchos cubanos, no obstante, descartan de plano toda propuesta que busque restringir la venta de armas.

Isabel Caballero, una cubana de 96 años, dijo que, después de que las fuerzas de Fidel Castro derrocaron al dictador Fulgencio Batista en 1959, se alentó a los cubanos a registrar sus armas y que luego las autoridades fueron de puerta en puerta, pidiendo a la gente que entregase sus armas.

“’¿Para qué quieren armas?’, preguntaban. La gente las entregó y al final de cuentas los únicos que tenían armas eran ellos”, manifestó Caballero. “¿Cuál es la lección que dejó eso? No se deshagan de sus armas”.

Cubanos que llegaron posteriormente a Miami, sin embargo, dijeron que están más dispuestos a aceptar un cambio porque es inadmisible que los niños tengan miedo de ir a la escuela.

“Hay armas por todos lados. Si tienes 400 dólares, puedes comprarte una. Eso no debería ser así”, se lamentó Amauris Puebla, quien vino de Cuba en 1994.

Puebla jugaba una partida en el Parque del Dominó de la Pequeña Habana cuando Taddeo y la representante demócrata Val Demings, que busca la banca de Rubio en el Senado, pasaron por ahí. Demings le preguntó si podía jugar. Y ganó ella.

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