El nuevo aumento de contagios por covid-19 en Estados Unidos por la variante Delta lleva a más funcionarios y legisladores republicanos a promover la vacunación.
Las tasas de hospitalizaciones y fallecimientos por coronavirus están aumentando en todo el país y la gran mayoría de las nuevas víctimas mortales y los casos graves corresponden a personas no vacunadas.
Las inmunizaciones se han convertido en la nueva línea de batalla política del covid-19
Durante meses, sectores conservadores han mostrado desconfianza por lo que consideran una pérdida de libertad con las medidas sanitarias como el uso de mascarillas, el distanciamiento social o los confinamientos.
Incluso han protestado contra la vacunación en New Hampshire, California y otros lugares, pese a que el propio expresidente republicano Donald Trump se atribuye el mérito de haber iniciado la titánica operación para desarrollar y distribuir las vacunas en tiempo récord.
Pero ante el nuevo auge pandémico, en medio del obstinado escepticismo sobre la vacuna en estados como Arkansas, Florida y Missouri, los líderes republicanos están reconsiderando su postura.
El jueves, el miembro de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, se unió al Grupo de Médicos del Partido Republicano de la Cámara de Representantes, un grupo de 18 legisladores que son expertos certificados en medicina, para animar a los estadunidenses a "tomar la vacuna".
"Tengo mucha confianza en ella, yo mismo la tomé", dijo Scalise en una rueda de prensa.
Scalise dudó durante meses en vacunarse, pero lo hizo esta semana argumentando que con la variante Delta quiso "ese nivel extra de protección".
Mariannette Miller-Meeks, parte del Grupo de Médicos, instó a la gente a vacunarse.
"No hay ningún médico aquí que no quiera que la gente se vacune", añadió el congresista Greg Murphy sobre sus compañeros de bancada.
Sus comentarios siguieron a los de republicanos de más alto perfil, como el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, quien instó el martes a la gente a ignorar los "consejos manifiestamente malos" que han circulado durante la pandemia.
Estos consejos, que a menudo se basan en la premisa de que las vacunas sólo se han aprobado para su uso en caso de emergencia, o en afirmaciones infundadas de que las vacunas incluyen microchips para rastrear a los ciudadanos, han llevado a millones de personas a no vacunarse.
Varios gobernadores republicanos, incluidos algunos que expresaron su oposición a los esfuerzos federales contra la pandemia, instan ahora a los residentes a vacunarse.
En Arkansas, uno de los estados con más casos nuevos de covid-19, el gobernador Asa Hutchinson hizo una gira pregonando que "la vacuna mantiene a la gente viva".
Incluso algunos comentaristas conservadores de televisión han modificado su retórica, como ocurrió en Fox, la cadena de cable de mayor audiencia, conocida por su inclinación a la derecha.
El presentador estrella Sean Hannity, que una vez describió el virus como un engaño, dio marcha atrás el lunes.
"No puedo decirlo lo suficiente. Ya ha muerto suficiente gente. No necesitamos más muertes", sostuvo Hannity en su programa. "Tiene absolutamente sentido que muchos estadounidenses se vacunen. Creo en la ciencia de la vacunación".
mg