El presidente Donald Trump manifestó que los legisladores republicanos serían unos “tontos” si bloquean los aranceles que amenazó con imponer sobre los productos de México, pero ante el temor de una nueva guerra comercial, los senadores del partido consideraban tomar medidas e interrogar a los abogados del gobierno del mandatario a puerta cerrada.
Los republicanos están profundamente preocupados de que los aranceles del 5 por ciento sobre todas las importaciones procedentes de México que propuso Trump aumenten los precios a los consumidores estadunidenses, afecten a la economía y pongan en peligro un acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, cuya aprobación sigue pendiente.
México también está preocupado y algunos de sus principales funcionarios se encuentran en Washington trabajando para evitar los gravámenes.
Si el Congreso estadunidense vota contra los aranceles sería un duro golpe para Trump, como lo fue su intento previo de negarle dinero al mandatario para la construcción de un muro fronterizo largo e impenetrable. Sin embargo, muchos en el Capitolio mantienen la esperanza de que las negociaciones de esta semana entre autoridades de Estados Unidos y México persuadan a Trump de no imponer los aranceles que, ha dicho, entrarán en vigor el próximo lunes.
“Vamos a ver si podemos hacer algo”, dijo Trump durante una conferencia de prensa en Londres, durante el segundo día de su visita de Estado a Gran Bretaña.
“Pero creo que es más probable que los aranceles continúen”, agregó. También dudó que los republicanos del Congreso obtengan los votos suficientes en su contra. “Si lo hacen, sería una tontería”, aseveró.
México parecía más optimista sobre una resolución.
"Por lo que hemos visto es que sí vamos a poder encontrar una negociación", dijo el canciller mexicano Marcelo Ebrard en conferencia de prensa en la embajada de México en Washington. "Por eso creo que puede evitarse la imposición de tarifas".
Ebrard llegó a Washington durante el fin de semana mientras que México lanzaba una contraofensiva diplomática y negociaciones nuevas. El martes, el negociador comercial del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, Jesús Seade, se reunió con el representante comercial estadunidense Robert Lighthizer, y Ebrard se reunirá el miércoles con el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Los senadores republicanos mantienen la esperanza de que esas negociaciones eviten la imposición de aranceles. Pero si fracasan, los legisladores advirtieron que no tendrán otra opción que tomar medidas en el Congreso para poner un freno a Trump.
El senador republicano Rob Portman dijo el martes a la cadena CNBC que, si los aranceles entran en vigor el próximo lunes tal como está planeado, “creo que es probable que el Congreso realice una votación”.
Portman es uno de varios en el Capitolio que temen que los gravámenes arruinen el prometido acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, el cual reemplazará al TLCAN, al que Trump criticó durante su campaña presidencial. El senador advirtió que Trump “pone en peligro” la aprobación del T-MEC.
En tanto, el senador Chuck Grassley, también republicano y presidente de la Comisión de Finanzas, comentó a los reporteros el martes que los aranceles hacen que la aprobación del T-MEC sea “más complicada”.
Las preguntas siguen en el aire y los senadores invitaron el martes a Pat Philbin, de la Oficina del Asesor Legal de la Casa Blanca, y a Steve Engel, del Departamento de Justicia, a su almuerzo semanal para saber más sobre la justificación legal del gobierno en relación con los aranceles.
Trump ha señalado que recurrirá a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional para imponer los aranceles sobre productos mexicanos, un decreto de emergencia nacional que puede tomar sin necesidad de recibir la autorización del Congreso.
Pero los legisladores dijeron que, si el presidente evoca una emergencia nacional, podrán votar sobre una resolución para rechazarla. Eso fue lo que sucedió hace unos meses cuando los legisladores, asombrados por el uso del poder ejecutivo de Trump, trataron de impedir que obtuviera fondos para su muro fronterizo con México. El Congreso votó a favor de desautorizar las acciones de Trump, pero el mandatario vetó la resolución.
Sin embargo, no está claro si Trump usará una declaración de emergencia nacional o si los opositores a los aranceles busquen otra herramienta legislativa para bloquearlo.
“Hay cierto desacuerdo incluso entre los republicanos”, comentó Grassley. “Es mejor que tengamos una respuesta legal”.
Aunque muchos republicanos que votaron contra las acciones de Trump hace unos meses apoyan su objetivo final de construir un muro fronterizo _ pero estaban incómodos por su alcance ejecutivo para hacerlo _ el presidente está lejos de sumar el mismo apoyo respecto a los aranceles.
En este caso, Trump está utilizando los gravámenes como una ventaja contra México en su lucha para reducir la migración ilegal.
Los demócratas, y algunos republicanos, dudan que los aranceles entren en vigor en algún momento. El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que “Trump tiene el hábito de hablar con firmeza, pero luego dar marcha atrás”.
Trump afirmó que “millones de personas” ingresan a Estados Unidos a través de México y criticó a los demócratas del Congreso por no aprobar nuevas leyes. “México no debería permitir que millones de personas traten de ingresar a nuestro país”.
No se sabe qué más puede hacer México _y qué sería suficiente_ para satisfacer a Trump debido a que Estados Unidos no ha presentado pautas concretas para evaluar si su aliado está reduciendo lo suficiente el flujo de migrantes procedentes de Centroamérica.
México describió los posibles aranceles como dañinos a las economías de ambos países e inútiles para reducir el flujo de migrantes centroamericanos.
“Necesitamos trabajar juntos y tratar de encontrar una solución”, dijo el senador John Corbyn el lunes.
La amenaza de aranceles surge justo cuando el gobierno ha presionado por la aprobación del T-MEC. México y Canadá ya iniciaron el proceso de ratificar el acuerdo comercial en sus respectivas legislaturas.
El lunes, el secretario de Comercio Wilbur Ross se reunió con la secretaria de Economía de México, Graciela Márquez, y el secretario de Agricultura estadunidense Sonny Perdue recibió a su contraparte mexicana Víctor Villalobos.
jamj