La ONU confió ayer en que la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, pueda tener lugar, y pidió a todas las partes mantener “nervios de acero”.
“Vamos a hacer todo lo posible para ayudar al proceso”, aseguró Stéphane Dujarric, portavoz de la organización mundial.
Dujarric recordó que el jefe de las Naciones Unidas, António Guterres, ha reiterado su pleno apoyo a la celebración de la cumbre, y dijo que está siguiendo muy de cerca los acontecimientos.
“Mirando a los últimos días, creo que todos necesitamos nervios de acero”, dijo el vocero, repitiendo las palabras de Guterres pronunciadas la semana pasada, cuando el presidente Trump anunció la cancelación de la cumbre. La vocera de la Casa, Blanca Sarah Sanders, confirmó ayer la voluntad de EU de celebrar la reunión el 12 de junio en Singapur.
EU y Corea del Norte retomaron los contactos para preparar la cita. Con ese fin, ayer llegó a Nueva York el general Kim Yong-chol, considerado mano derecha de Kim Jong-un.
Kim Yong-chol, quien llegó proveniente de Pekín, es el funcionario norcoreano de mayor rango en pisar EU en 18 años. El jefe de la diplomacia estadunidense, Mike Pompeo, acompañado por Andrew Kim, jefe de la sección Corea de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se reunió con Kim Yong-chol en un edificio cercano a la sede de la ONU. Ni el militar norcoreano ni Pompeo dieron declaraciones previo a su encuentro.
Ambos mantendrán hoy varias reuniones, indicó la Casa Blanca. El objetivo es acabar de planificar la cumbre en Singapur y acelerar los preparativos.
Un vocero norcoreano en la ONU confirmó que los “preparativos” continuaban “al más alto nivel”. La cita entre Pompeo y el general Kim es una de tres series de encuentros organizados en paralelo esta semana entre los dos países.
TRUMP ATACA A SESSIONS
Mientras, Trump lamentó haber nombrado a Jeff Sessions fiscal general y secretario de Justicia, mientras crece la presión de una investigación sobre los nexos del mandatario con Rusia en los comicios de 2016 y obstrucción de justicia.
Luego de que el New York Times reportara que Trump presionó a Sessions para revertir su recusación de la investigación rusa en marzo de 2017, el magnate confirmó su insatisfacción sobre esa decisión.
Citó a un legislador republicano que habría criticado a Sessions por no informar al magnate antes de convertirse en fiscal general que iba a recusarse la investigación. “Hay muchos realmente buenos abogados en el país, él pudo haber escogido a alguien más”, dijo el legislador Trey Gowdy. “Ojalá lo hubiese hecho”, dijo Trump en un tuit.
Trump ha criticado repetidamente a Sessions y cree que el ex senador debería ayudarlo a defenderse de la investigación y no mantenerse a raya. El NYT reportó ayer que la presión de Trump a Sessions para que revierta su recusación se ha vuelto el foco de la investigación del fiscal especial, Robert Mueller.
Ello podría colocar a Sessions, a quien el equipo de Mueller entrevistó en enero, en la posición de testificar contra el presidente, según el diario.