La ciudad isleña de Miami recibió a los Reyes Magos un día antes de su llegada con regalos. Las calles de Key Biscayne fueron el escenario en el que Gaspar, Melchor y Baltasar aprovecharon su paso por la Florida para saludar a los niños, en una tradición que un grupo de expatriados españoles introdujo hace ocho años.
En vez de caballos, camellos o carrozas; los reyes, quienes guiados por una estrella, según la tradición, llegaron a Belén para adorar al niño Jesús y regalarle oro, incienso y mirra, viajaron esta vez a bordo del primer camión de bomberos de Key Biscayne, que data de 1938 pero está perfectamente conservado.
Con un policía motorizado abriendo la caravana y seguido de varios carritos de golf cargados de regalos, el camión se dirigió hasta el lugar donde desde hace días está instalado un buzón real para que los niños dejen sus cartas con las peticiones para los Reyes.
Los niños y padres y un único paje real los esperaban para recibir su saludo junto a un gran árbol de Navidad.
Por allí pasó varias veces la caravana real acompañada del ruido de la sirena policial y de la campana de los bomberos.
Los únicos animales que acompañaban a los Magos de Oriente en el camión eran dos perros dálmatas de peluche y con cascos de bombero.
La fiesta de los Reyes Magos o Epifanía es una tradición católica que se conserva en España y países de América Latina, pero ha ido perdiendo popularidad por la competencia de Papá Noel o Santa Claus, que entregan sus regalos en Navidad.
DMZ