Antes de la pandemia de covid-19, se estimaba que 35 millones de personas en todo el país padecían inseguridad alimentaria. Ese número solo ha aumentado. Una nueva ley en San Diego podría sentar las bases de cómo el país comienza a lidiar con el desperdicio de alimentos.
Miles de libras de alimentos pasan por las instalaciones de Feeding San Diego todos los días. Patty O’Connor, directora de la cadena de suministro dice que su padre fue una gran inspiración para el trabajo que está haciendo ahora.
“Mi padre, que ya no está con nosotros, estaba haciendo su propio rescate de él, como hace quince, veinte años. Iba al Trader Joe's todos los martes y sábados por la mañana a las 6:30 a recoger la comida que les sobraba porque sabía que la iban a tirar. Y él y otro caballero mayor lo llevarían a una organización benéfica católica local y se lo darían todos los martes y viernes. "Dijo O'Connor.
Lo que su padre no sabía era cómo su pasión presagiaría una nueva ley en San Diego.
La ley, que entrará en vigencia a principios de 2022, requiere que las tiendas de comestibles y otros proveedores de alimentos donen todos los desechos de alimentos comestibles a una organización de rescate de alimentos o un banco de alimentos.
Según Recycle Track Systems, Estados Unidos descarta más alimentos que cualquier otro país: casi 40 millones de toneladas, lo que equivale a 80 mil millones de libras cada año.
Actualmente, California no es el único estado que trabaja para frenar el desperdicio de alimentos. Connecticut, Massachusetts, Nueva York, Rhode Island y Vermont han aprobado leyes. Estados como Tennessee, Washington y Wisconsin han creado grupos de trabajo.
mg