Sanciones, en pie hasta desnuclearización: EU

El secretario de Estado reafirma su posición en Tokio. Sus exigencias, ‘estilo gansteril’: Pionyang; así es el mundo, responde Pompeo.

El funcionario pasea por Hanoi, donde permanecerá hoy, para volar después a Abu Dabi y Bruselas antes de regresar a Washington. (Foto: Andrew Harnik/R
Agencias
Tokio y Washington /

Las sanciones seguirán activas hasta una “desnuclearización completa y totalmente verificable” de Corea del Norte, aseguró el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el domingo en Tokio tras dos días de intensas negociaciones en Pionyang.

“Aunque estemos animados por los avances de esos diálogos, estos no justificarían por sí solos una flexibilización del régimen de sanciones existente”, precisó Pompeo, que insistió en la importancia de controlar que el proceso se lleve a cabo hasta el final.

Respecto a las acusaciones norcoreanas sobre un posible estilo “gansteril” al plantear sus exigencias en su reciente visita a Pionyang, Pompeo dijo a la prensa en la capital japonesa que “si esas demandas fueron como de un gánster, lo son. El mundo es un gánster porque hubo una decisión unánime en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre lo que debe lograrse”.

Pompeo recordó que las penalizaciones no se levantarán hasta que haya una desnuclearización “final y plenamente verificada”. Para el secretario de Estado, se trata de una “desnuclearización en el sentido amplio”, englobando todas las armas, y “los norcoreanos entienden eso y no lo rebatieron”, afirmó.

“Habrá una verificación ligada a la desnuclearización completa, eso es lo que el presidente (Donald) Trump y el líder Kim (Jong Un) aceptaron”, agregó. Pompeo se reunió con los jefes de la diplomacia surcoreana y nipona, así como con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, un gesto apreciado por los principales aliados de Washington en Asia.

El viernes y el sábado, el enviado del presidente estadunidense habló durante ocho horas con responsables norcoreanos en Pionyang, entre ellos Kim Yong Chol, el brazo derecho de Kim Jong Un, intentando fijar una hoja de ruta concreta para el acuerdo que cerraron el 12 de junio Trump y Kim, durante una cumbre histórica en Singapur.

Pompeo, que sostuvo que las conversaciones durante esos dos días fueron “muy productivas”, acababa de partir en dirección a Tokio cuando el ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores criticó las “exigencias codiciosas” y una actitud “muy lamentable” de Washington.

En privado, los diplomáticos estadunidenses estiman que la reacción de Pionyang es una táctica de negociación que zanja los dos días de amistad teatral en la capital norcoreana.

Pompeo dijo que los funcionarios de ambos países se reunirían el 12 de julio en un grupo de trabajo para abordar la repatriación de los restos de algunos soldados estadunidenses muertos durante la Guerra de Corea de 1950-1953. También indicó que se habían hecho algunos progresos para acordar “las modalidades” de la destrucción de una instalación de misiles de Corea del Norte.

Los responsables norcoreanos le dieron a Pompeo una carta personal para que se la entregara a Trump, esperando que “las relaciones formidables y el sentimiento de confianza” entre ambos dirigentes se viera reforzado por las discusiones, indicó el ministerio norcoreano de Relaciones Exteriores.

De otra parte, EU acusó a Rusia de estar “intentando” que tanto Turquía como otros “muchos aliados” de Washington se distancien de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con el objetivo de desestabilizar la “alianza más fuerte de la historia”.

“Ciertamente creo que Rusia está intentando que Turquía nos dé la espalda; lo están haciendo con muchos de nuestros aliados. Quieren desestabilizar a la alianza más fuerte de la historia, que es la OTAN”, sostuvo en una entrevista con la cadena Fox la embajadora de EU ante la Alianza Atlántica, Kay Bailey Hutchison.

LAS MÁS VISTAS