La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, recibió al secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, que había llegado a la isla la víspera para una visita muy criticada por China, según unas imágenes del encuentro difundidas en directo.
Azar es el primer responsable estadunidense de mayor rango que haya visitado Taiwán desde 1979, cuando Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Taipéi para reconocer al gobierno comunista establecido en Beijing como único representante de China.
Tsai fue acompañada de los miembros de su gobierno y recibió a la delegación de Estados Unidos encabezada por Azar a las 10:00 horas locales, tanto unos como otros cubiertos con cubrebocas ya que los estadunidenses están exentos de cuarentenas durante su visitas pero deben usarlas en todo momento.
"Bienvenido, su visita representa un gran paso adelante en la cooperación anti-pandémica entre nuestros países", dijo la presidenta en una breve intervención.
Tsai recordó que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, defendió que Taiwán debería formar parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pero "China se opone" lo que consideró "muy lamentable" y "una violación del derecho internacional a la salud". Por su parte, Azar destacó que "es un honor traer un mensaje de firme apoyo a Taiwán" del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Estados Unidos ha expresado su admiración por la democracia taiwanesa de múltiples formas", afirmó el secretario de Salud y destacó el "éxito" de la isla en la prevención y la contención del covid-19.
Consideró que la respuesta de Taiwán a la pandemia de coronavirus ha sido "una de las más exitosas del mundo" tanto en la detección, como en la gestión y en "compartir sus hallazgos con otras naciones".
"Nuestros valores compartidos democráticos han traído éxito a la salud", aseguró.
La delegación estadunidense aterrizó el domingo a las 16:48 horas locales en el aeropuerto Songshan de Taipéi, capital de una isla gobernada de manera autónoma desde 1949 pero cuya soberanía demanda la República Popular China (RPC), que considera que la visita vulnera el principio de "una sola China" defendido por Beijing.
La administración de Trump ha considerado una prioridad reforzar su relación con Taiwán y ha impulsado la venta de armas a Taipei. El vocero del Ministerio de Exteriores chino, Zhao Lijian, amenazó el pasado jueves con adoptar "enérgicas contramedidas" ante la visita del secretario de Salud a la isla, aunque por el momento Beijing ha no ha ido más allá.
La visita constituye un paso más en la actual política de Washington encaminada a aumentar la tensión con China en prácticamente todos los frentes: el comercio, la competencia tecnológica, la pandemia de coronavirus, los derechos humanos o la situación en el Mar de China Meridional.
La delegación estadunidense se ha sometido a un test de coronavirus nada más aterrizar y viajará en vehículos especiales durante su estancia en la isla para prevenir contagios. Cuando entren en edificios gubernamentales usarán ascensores diferentes para reducir los riesgos de propagación del virus.
El funcionario estadunidense visitará también el Centro de Control de Enfermedades de la isla, donde presenciará, junto al ministro taiwanés de Salud y Bienestar Chen Shih-chung, la firma de un memorando de entendimiento entre el Instituto Estadounidense de Taiwán y la Oficina de Representación Económica y Cultural de Taipéi en Estados Unidos.
Asimismo, está previsto que Azar ofrezca un discurso en la Universidad de Taipéi el miércoles, en el que sería el último acto antes de abandonar la isla, según la poca información sobre su agenda que ha trascendido
dmr