El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, afirmó que está "encantado" con la decisión del Tribunal Supremo de respaldar al pastelero que alegó motivos religiosos para no cocinar un pastel de bodas para una pareja homosexual.
El máximo responsable del Departamento de Justicia aseguró que desde el área que dirige continuarán "defendiendo vigorosamente" la libertad de expresión y religión, protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución.
"La Primera Enmienda prohíbe a los gobiernos discriminar a los ciudadanos por sus creencias religiosas. El Tribunal Supremo concluyó correctamente que la Comisión de Derechos Civiles de Colorado no mostró tolerancia y respeto por las creencias del señor Jack Phillips", incidió Sessions.
El pronunciamiento del fiscal general llega dos horas después de que la sala, por una mayoría de 7 a 2, optara por defender la actuación del repostero de negarse a preparar el pastel nupcial al considerar que chocaba frontalmente con sus convicciones religiosas cristianas.
Sessions no hizo ninguna referencia en su escrito a la necesidad de proteger a las personas ante actos de discriminación por orientación sexual, amparadas, por ejemplo, bajo la ley de antidiscriminación del estado de Colorado.
En el fallo del Supremo, redactado por el juez Anthony Kennedy, se concluye que para el confitero cristiano "crear una tarta de bodas para una pareja del mismo sexo sería el equivalente a participar en una celebración contraria a sus creencias más profundas".
La sentencia responde al caso de Charlie Craig y David Mullins, que en julio de 2012 acudieron a una pequeña pastelería llamada Masterpiece Cakeshop en Lakewood (Colorado) para encargar su pastel nupcial, donde el pastelero rechazó el encargo.
jamj