Steven Brandenburg, el farmacéutico que desechó intencionalmente más de 500 dosis de la vacuna de Moderna en un centro médico en Wisconsin bajo la creencia de que "harían mutar" el ADN de los humanos, era un creyente de las teorías conspirativas y enfrentaba un complicado proceso de divorcio de su esposa, de acuerdo con declaraciones de su defensa y el fiscal local durante su detención.
Brandenburg fue identificado como el responsable de haber dejado fuera del congelador las vacunas de Moderna, y que terminaron siendo aplicadas sin refrigerar a 57 médicos que atienden la pandemia de covid-19 en el Advocate Aurora Health Care en Grafton, Wisconsin.
El farmacéutico enfrentaba un proceso de divorcio con su esposa que ya había sido solicitado en junio de 2020 debido a la creencia de teorías de la conspiración; en el que Steven aseguraba que el mundo se estaba "derrumbando" y ella estaba en negación, además de creer que el gobierno estaba planeando" ciberataques" y se iba a cerrar la red eléctrica.
Un comisionado de la corte local descubrió que los dos hijos de Brandenburg estaban en peligro inminente y les prohibió temporalmente quedarse con él. Los registros judiciales en línea indican que su abogado de divorcios se retiró del caso el 28 de diciembre.
Además, Brandenburg ya había llevado un arma de fuego en dos ocasiones al hospital, representando un riesgo debido a su estado mental. Las autoridades pidieron que entregara sus armas, junto a dejar de laborar en el sistema de salud y no mantener ningún contacto con el personal del centro médico.
Branderburg admitió haber sacado deliberadamente los frascos de la vacuna que se encontraban en refrigeración durante Navidad para luego devolverlos y dejarlos afuera hasta el 26 de diciembre. Puede enfrentar cargos por poner en riesgo a la salud del personal.
Un técnico de farmacia descubrió los frascos fuera del refrigerador el 26 de diciembre. Brandenburg inicialmente dijo que había quitado las dosis para acceder a otros artículos en el refrigerador y que inadvertidamente no los había vuelto a colocar.
La vacuna de Moderna es efectiva durante 12 horas fuera de refrigeración, por lo que los trabajadores utilizaron las dosis que dejó afuera para aplicarlas, antes de desechar al resto. La policía dijo que las dosis desechadas valían entre 8 mil y 11 mil dólares.
dmr