Una trabajadora de una fábrica de Tesla en California, demandó a la compañía por someter a las trabajadoras a condiciones "de pesadilla" en cuanto a acoso sexual. En palabras de la mujer, los supervisores dan la espalda cuando se presentan quejas.
Jessica Barraza, de 38 años, dijo que ha soportado abucheos "casi a diario" y tocamientos inapropiados en sus tres años en la fábrica de Fremont, California, donde trabaja en turnos nocturnos como asociada de producción.
La mujer señaló que los trabajadores hombres solían hacerle proposiciones, mirarle los pechos, hacer comentarios sexuales sobre su cuerpo y realizar tocamientos sin su consentimiento.
Barraza, una residente de Modesto, California, dijo que la gota que colmó el vaso llegó el 28 de septiembre, cuando un hombre se colocó detrás de ella y le puso la pierna entre los muslos cuando regresó de su hora de almuerzo.
La denuncia fue presentada ante un tribunal estatal de California en el condado de Alameda, a las afueras de San Francisco.
La mujer dijo que el departamento de recursos humanos de Tesla no ha atendido las quejas que presentó entre septiembre y octubre, e incluso deshabilitó su dirección de correo electrónico hr@tesla.com para recibir quejas.
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El mes pasado, la compañía de automóviles dirigida por el multimillonario Elon Musk tuvo que pagar 136.9 millones de dólares a un trabajador por permitir actos de racismo en sus instalaciones.
En el caso de Jessica Barraza, se busca que la compañía pague por violaciones de la Ley de Vivienda y Empleo Justo de California. La mujer fue diagnosticada por un médico con trastorno de estrés postraumático.
evr