El atacante, armado con una escopeta y granadas de humo, que irrumpió en la redacción del periódico Capital Gazette, en Maryland, y que dejó al menos a cinco personas fallecidas, no ha podido ser identificado porque se borró las huellas dactilares, quemándose la piel de las yemas de los dedos.
Luego de que las autoridades descubrieran este detalle, las hipótesis apuntan a que se trata de un miembro entrenado de una milicia de extrema derecha.
El sospechoso, de nombre Jarrod Ramos y residente de la comunidad de Laurel, se encuentra detenido y está siendo interrogado para saber los motivos que lo llevaron a cometer estos asesinatos.
En 2012, Ramos presentó una demanda por difamación contra Eric Hartley, ex columnista del diario The Capital, y Thomas Marquardt, entonces editor del mismo diario, según un documento judicial.
Según documentos legales, el periódico publicó un artículo que afirmaba que Ramos acosó a una mujer en Facebook y que se declaró culpable de hostigamiento.
La corte determinó que el contenido del artículo era preciso y se basaba en registros públicos.
El tiroteo revivió el recuerdo de un incidente de 2015 en Roanoke, Virginia, en el que dos periodistas fueron baleados durante una transmisión en vivo en la televisión local.
Según un estudio reciente, los estadunidenses poseen el 40 por ciento de las armas de fuego del mundo a pesar de representar solo el 25 por ciento de la población mundial.
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