Una tormenta de gran tamaño avanzaba sobre el noreste de Estados Unidos en un momento clave de la pandemia de coronavirus, días después de que se inició una campaña de vacunación y en el momento más difícil de un repunte de infecciones que tiene a multitudes de personas intentando hacerse pruebas a diario.
Por la tarde ya nevaba desde el norte de Virginia hasta ciertos sitios al norte de la ciudad de Nueva York. Se prevé que la tormenta arroje hasta 60 centímetros de nieve en algunos lugares para mañana, y la pandemia añadía nuevos problemas a los preparativos de las autoridades: decidir si cerrar los sitios de pruebas de coronavirus, dilucidar cómo manejar el retiro de nieve entre las mesas al aire libre de los restaurantes en las calles neoyorquinas, redefinir los días de nieve de las escuelas para que los niños pasen un día más aprendiendo desde casa, y otras cosas.
“Nuestro tema de hoy debería ser: ‘Si no es una cosa, es otra’”, dijo el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, cuando les daba a los residentes una nueva directriz para las nevadas de este año: póngase mascarilla si les ayuda a sus vecinos a quitar la nieve.
De todas formas, las autoridades dijeron que no prevén que la tormenta invernal afecte la distribución de las vacunas, que empezó el lunes para los trabajadores de salud de primera línea, el primer grupo de estadunidenses en recibir las inyecciones. Los primeros 3 millones de vacunas están limitadas estrictamente a esos trabajadores y a los residentes de casas para ancianos.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, dijo que el gobierno está dando seguimiento cuidadosamente a los envíos de vacunas, que ya tiene personal para recibirlos y cree que las compañías que los están transportando pueden sortear la tormenta.
“Este es un envío express de FedEx y UPS. Ellos saben cómo lidiar con la nieve y el mal clima. Pero ya estamos en eso y le estamos dando seguimiento", comentó al programa “Fox & Friends” de Fox News.
Con 35 entregas de vacunas a los hospitales de Nueva Jersey previstas en uno o dos días, Murphy dijo que su agencia estaba enfocada en asegurar que continúen, incluso dispensando a los camiones de entrega de vacunas de una prohibición para el tránsito comercial relacionada con la tormenta en algunas carreteras. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que el envío de la primera ronda de vacunas de su estado ya se había distribuido a unos 90 hospitales, y que la próxima entrega no se realizaría sino hasta aproximadamente el martes, mucho después de la tormenta.
El Servicio Nacional de Meteorología indicó que la tormenta provocaría "una sobreabundancia de riesgos desde la región del Atlántico Medio hasta el noreste”, incluyendo lluvia helada y hielo en el Atlántico Medio, fuertes nevadas en el área metropolitana de la ciudad de Nueva York y el sur de Nueva Inglaterra, fuertes vientos e inundaciones costeras, y posiblemente severas tormentas eléctricas y algunos tornados en la región de los Outer Banks de Carolina del Norte.
ledz