La lluvia empapó el martes el sur de California mientras una tormenta poderosa se trasladaba por encima del estado asolado por la sequía, ocasionando atascos de tráfico por los vehículos que resbalaban. Además, aumentó la amenaza de aludes de tierra en áreas afectadas por incendios forestales.
Casi 18 centímetros (7 pulgadas) de lluvia cayeron antes del amanecer en una zona del condado de Santa Bárbara, al noroeste de Los Ángeles, informó el Servicio Nacional de Meteorología.
Los residentes de las comunidades cercanas a la zona quemada por el fuego Alisal en el condado de Santa Bárbara recibieron el lunes la orden de evacuar debido a la preocupación de que las lluvias causen inundaciones y flujos de escombros que pudieran dañar las casas de las laderas.
Se emitió una orden similar para las personas que viven en varias comunidades cerca de otra zona quemada en las montañas de San Bernardino, al este de Los Ángeles.
Se avistó un vehículo sumergido en el río Los Ángeles antes del amanecer. El vehículo estaba atascado contra un pilar de un puente en el río, pero el agua se movía con demasiada violencia para que los bomberos pudieran determinar si había alguien dentro.
Entretanto, continuaba nevando en las montañas del norte de California después de que la nieve comenzó a caer el fin de semana pasado. Se emitieron advertencias de avalancha en áreas de los condados de Mono e Inyo, en el este de Sierra Nevada.
Los automóviles se resbalaban en los pasos de montaña blanqueados por la nieve y la gente que salía empuñaba paraguas que se doblegaban ante los vientos fuertes.
Cerca del lago Tahoe, el área de esquí de Kirkwood Mountain Resort estaba cerrada el lunes. El área informó en redes sociales que no era seguro abrir con 43 centímetros (17 pulgadas) de nieve durante la noche y ventiscas.
evr