El presidente estadunidense, Donald Trump, se mostró el viernes optimista sobre la realización de la cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, menos de 24 horas después de haber cancelado la cita del 12 de junio en Singapur.
“Incluso podría ser el 12. Estamos hablando con ellos ahora”, afirmó Trump a periodistas en la Casa Blanca. “Ellos realmente quieren hacerla. Nosotros queremos hacerla”. “Veremos qué pasa”, añadió, repitiendo una frase que usa constantemente.
Corea del Norte manifestó más temprano su disposición a hablar con EU “en cualquier momento”, una declaración que Trump celebró como “cálida y productiva”.
“Es una muy buena noticia (...) Pronto veremos hacia dónde vamos, esperemos que hacia una larga y duradera prosperidad y paz. Solamente el tiempo (y el talento) lo dirán!”, tuiteó temprano.
En tanto, el secretario estadunidense de Defensa, James Mattis, reforzó la posibilidad de un encuentro de última hora. “Los diplomáticos siguen trabajando sobre la posibilidad de esa cumbre”, señaló.
A su vez, el secretario de Estado, Mike Pompeo, mantuvo un contacto telefónico con el canciller de Corea del Sur, Kang Kuyng-wha, y en ese diálogo los dos diplomáticos acordaron mantener la coordinación en los esfuerzos para crear condiciones para un diálogo con Corea del Norte.
En una carta a Kim, Trump había anunciado el jueves que anulaba la cumbre ante la “abierta hostilidad” de Pionyang, y advirtió a Corea del Norte de no cometer ningún “acto tonto o imprudente”. Sin embargo, no descartó futuras conversaciones.
El anuncio de Trump se produjo a raíz de que Pionyang endureciera su retórica y calificara de “estúpidas” e “ignorantes” unas declaraciones de Pence que advertía que Kim podría acabar, si no entablaba acuerdos con EU, como el líder libio Muamar Gadafi, derrocado por la OTAN en 2011 y asesinado por una turba poco después.
El gobierno de Kim reaccionó mesuradamente a la cancelación, hecha pública el mismo día en que Corea del Norte declaró haber desmantelado “completamente” su único sitio conocido de ensayos nucleares.
“Queremos que Estados Unidos sepa que tenemos la intención de reunirnos con ellos en cualquier momento y formato”, había dicho el viceministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Kim Kye-gwan, en un comunicado publicado por la agencia de noticias norcoreana KCNA.
La cumbre de Singapur sería la primera entre un presidente estadunidense y un dirigente máximo de Corea del Norte.
Washington exige una “desnuclearización completa, verificable e irreversible” de Corea del Norte. Pionyang declaró que no renunciaría jamás a su arsenal nuclear, mientras que no se sienta segura ante lo que considera una agresión estadunidense.
China, único gran aliado de Kim, instó a ambas partes a “mostrar buena voluntad”. El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó su esperanza de que finalmente las conversaciones se lleven a cabo.