A menos de 90 días de los comicios, cientos de candidatas y candidatos latinos recorren distritos de todo Estados Unidos para ganar un escaño en el Congreso, pero a diferencia de otros ciclos electorales, cuando los aspirantes eran casi únicamente demócratas, un número creciente no solo son republicanos, sino acólitos en el rebaño político de Donald Trump.
Casi tres de cada 10 latinos votaron por Trump en las elecciones presidenciales de 2016 —cuando compitió contra Hillary Clinton— a pesar de su discurso anti-migrante, racista y xenófobo. Pero el apoyo latino al republicano aumentó casi 10 puntos porcentuales para 2020 cuando enfrentó a Joe Biden, una ganancia que provino principalmente de hispanas e hispanos menos educados y con menos ingresos.
Los latinos, un voto heterodoxo
A diferencia de otras comunidades como los afroamericanos, los judíos y los asiáticos, que suelen apoyar a los demócratas, el votante latino se divide en una fracción para apoyar a los republicanos. Durante las elecciones de 2020, quienes más apoyaron a Biden fueron los mexicanos, puertorriqueños, dominicanos y centroamericanos; mientras que para Trump, el apoyo recae en los cubanos y venezolanos, que huyeron del comunismo en sus respectivos países.
“Lastimosamente tenemos que reconocer que el racismo es algo muy presente en las comunidades latinas. Lo traemos de nuestros países”, afirma a MILENIO la estratega demócrata Vanessa Cárdenas. “Y una parte del mensaje de Trump es hacerle creer a la gente que hay unas personas mejores que otras. Entonces hay un mensaje que resuena con un grupo de latinos, porque el mensaje de Trump es de superioridad”.
Aunque Trump no aparece en las boletas electorales en las elecciones del próximo 8 de noviembre, —en las que se renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes, una tercera parte del Senado y 36 gubernaturas— muchas de las candidatas y candidatos latinos están ondeando sus banderas y causas para cortejar votantes y varias están teniendo éxito.
Latinas trumpistas
Ninguna candidata es más emblemática que la mexico-americana Mayra Flores, una migrante nacida en Tamaulipas, hija de un agente de la Patrulla Fronteriza, terapeuta respiratoria de profesión y quien compite por el Distrito 34, en el sur de Texas, con un mensaje anti-Biden, anti-izquierdista y pro-Trump.
“La extrema izquierda está destruyendo el sueño americano. Cuando era pequeña mi familia emigró legalmente a Estados Unidos. Me enseñaron valores conservadores: familia y trabajo duro. No voy a permitir qué la extrema izquierda y las políticas socialistas de la administración Biden destruyan este gran país”, afirma Flores.
Aunque la mayoría de los latinos texanos son demócratas, Mayra ya ganó una elección especial en en junio pasado en se estado derrotando al demócrata Dan Sánchez, y se convirtió en la primera mujer nacida en México en sentarse en un escaño en el Capitolio. Pero su mandato solo dura unos meses, toda vez que deberá competir en la elección regular contra otro mexicano-americano, el demócrata Vicente González.
Mayra no está sola, porque los republicanos están reclutando a candidatos con perfiles similares. El líder republicano Kevin McCartyhy, uno de los más leales trumpistas en el Congreso federal y quien aspira a arrebatarle el liderazgo a Nancy Pelosi si ganan en noviembre, alumbró el Hispanic Leadership Trust (HLT), para cortejar candidatos latinos, y frenar lo que parece el inevitable ascenso demócrata en estados conservadores como Texas.
“El país se está desmoronando. Las políticas demócratas han fallado una y otra vez. Las comunidades latinas están hartas. Estamos hablando de demócratas de toda la vida que se sienten abandonados por esta administración”, dice el republicano Tony González, copresidente del HLT junto con él cubano-americano de Florida Mario Díaz Balart.
Crece el rebaño de los trumpistas latinos
La nueva camada de candidatas y candidatos latinos conservadores incluyen a Mónica de la Cruz, quien compite por un distrito en la zona de McAllen. Nacida en Texas de padres mexicanos, nieta de un veterano de la Segunda Guerra Mundial y hermana de un soldado de la Fuerza Aérea, fue criada por una madre soltera. Aunque estudió mercadotecnia en EU, decidió cursar estudios de español en la UNAM.
A diferencia de Mayra Flores, De la Cruz sí recibió un endoso explícito de Trump. Otra candidata latina conservadora texana es Cassy García, una mexico-americana con estudios de comunicación y administración pública que trabajó para el senador Ted Cruz y quien compite por el Distrito 28 (Laredo, Texas).
En total, los republicanos están empujando a más de 100 candidatas y candidatos latinos en las elecciones legislativas de noviembre, incluidos Zack Quintero, quien a sus 31 años puede ser uno de los legisladores más jóvenes si gana un escaño por Nuevo México, y el afro-cubano Maxwell Alejandro Frost en Orlando, Florida. La lista incluye además a una latina de origen asiático, Sonia Chang-Díaz, para gobernadora de Massachusetts.
Los republicanos solo necesitan una ganancia neta de 5 escaños para arrebatarle el control de la Cámara Baja a Pelosi. Si algunos de estos latinos conservadores ganan Texas o Florida, los republicanos le deberán su triunfo a un bloque de votantes que se perfila nuevamente para ser la carne de cañón de una nueva puja de Trump en 2024.
dr