El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pareció ayer ignorar el llamado del Congreso a pronunciarse sobre el papel del príncipe heredero de Arabia Saudita en el asesinato de Jamal Khashoggi, en momentos en que la presión internacional aumenta de sobre el reino y también sobre Washington.
Trump tenía de plazo hasta ayer para apuntar y castigar a los responsables de la muerte del periodista saudita, asesinado y desmembrado a principios de octubre en el consulado de su país en Estambul por un comando llegado de Riad.
Esta fecha límite fue impuesta por los senadores demócratas y republicanos, quienes activaron el 10 de octubre una ley que otorga 120 días al inquilino de la Casa Blanca para que tome una decisión.
Sin embargo, su administración no tiene intención de acatarla, teniendo en cuenta que ha hecho todo lo posible para preservar una alianza que se considera esencial, aunque este asunto ha empañado profundamente la imagen de los líderes sauditas.
EU ya sancionó a 17 funcionarios de Arabia Saudita a mediados de noviembre, expresó el jueves el portavoz de la diplomacia estadunidense Robert Palladino, aunque indicó que no tenía “nada que agregar” a esto.
Los senadores detrás de este movimiento sobre el caso afianzaron más tarde su solicitud al presidente Trump, reclamando que se pronuncie “específicamente”, y aún ayer a más tardar, sobre la responsabilidad del príncipe heredero Mohamad bin Salmán en este sonado caso. Pero el gobierno de Trump afirma que no tiene pruebas convincentes de la participación directa del joven y poderoso líder saudita.
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“RIDÍCULO” QUE NOS DIGAN QUÉ HACER
El gobierno de Arabia Saudita se pronunció claramente y lanzó una advertencia: MBS “no está involucrado” y culparlo es cruzar “una línea roja”, dijo el ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Adel Al Jubeir. “Cualquiera que piense que puede dictar lo que tenemos que hacer, lo que nuestros líderes deben hacer, es ridículo".
Trump deja sin castigo al príncipe saudita
Caso Khashoggi. El plazo dado por el Congreso de EU para castigar a los culpables del crimen venció ayer.
Washington /
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