La mujer que acusó a Brett Kavanaugh de acoso sexual, Christine Blasey Ford, testificará la próxima semana ante el Senado de EU, un paso clave que determinará el curso de la confirmación del juez para el Tribunal Supremo.
Los abogados de Ford y el senador republicano Charles Grassley, presidente del Comité Judicial, fijaron de forma tentativa para este jueves la audiencia en la que ella testificará sobre el presunto episodio de acoso a manos de Kavanaugh, aunque aún no hay detalles sobre las condiciones del interrogatorio, apuntó el diario The New York Times.
No obstante, según recoge el diario, este fin de semana los republicanos del comité recibieron una declaración que descarta el testimonio de terceras personas que pudieron estar presentes cuando presuntamente ocurrió el asalto, algo que debilitaría las acusaciones de la presunta víctima.
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Ford acusó a Kavanaugh de agredirla sexualmente en una fiesta mientras cursaban la escuela secundaria a principios de la década de 1980, un extremo que Kavanaugh ha negado rotundamente pero que está dilatando el proceso de confirmación del juez para llegar a la Suprema Corte.
Una mujer llamada Leland Keyser, quien aparente fue identificada por Ford como una de las cinco personas presentes en dicha fiesta, indicó al comité senatorial "no conocer al señor Kavanaugh" y no recordar "haber estado alguna vez" en un encuentro con él, con o sin la presencia de la presunta víctima.
Asimismo, según indica el diario aludiendo fuentes conocedoras del proceso, otros dos hombres que presuntamente estuvieron en la fiesta, Mark Judge y Patrick Smyth, también han asegurado al comité no recordar nada al respecto.
No obstante, incluso sin la corroboración de terceros, el relato público de Ford sobre el presunto ataque sexual podría complicar las cosas para la confirmación del juez Kavanaugh, cuya imagen se ha visto desgastada por el escándalo.
Asimismo, los republicanos sufren fuertes presiones sobre cómo manejar el asunto de cara a la confirmación, sobre todo después del precedente con el juez del Supremo Clarence Thomas, quien pese a las alegaciones de acoso en su contra logró el visto bueno del Senado en los años 90.
En este sentido, la senadora demócrata Patty Murray advirtió hoy a los republicanos del Senado que su manejo de la acusación de agresión sexual contra Kavanaugh será un momento clave para el movimiento #MeToo, que ha destapado una ola de agresiones sexuales contra mujeres en el país por parte de hombres en puestos de poder.
Durante una intervención en la cadena NBC, Murray estableció paralelismos con las acusaciones de acoso sexual impuestas por Anita Hill contra el entonces candidato a la Corte Suprema Clarence Thomas hace casi tres décadas, cuestionando si el Senado ha aprendido la lección.
"El Congreso no pasó la prueba en 1991 con Anita Hill sobre cómo lidiar con este tipo de alegaciones. Y tenemos que ser capaces de hacerlo si vamos a nombrar a los miembros de la corte más alta de la tierra", aseguró.
Aunque el nominado por el presidente Donald Trump para el alto tribunal ha enfrentado siempre el rechazo de los demócratas para su confirmación en el Senado, parecía tener garantizado su nombramiento con el respaldo republicano, pero las alegatos de Ford han obstaculizado el proceso y algunos de los conservadores más moderados podrían retirarle su apoyo.
De hecho, una encuesta de la cadena Fox News publicada hoy demuestra una caída de la confianza ciudadana sobre su nominación, y halló que el 50 por ciento de los votantes registrados se opone a la confirmación de Kavanaugh, mientras que el 40 por ciento desea confirmarlo en el cargo.
La misma encuesta del mes pasado arrojó un 46 por ciento de oposición por un 45 por ciento de apoyo.
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