En una larga jornada de presentación de evidencias, se mostró el video donde seguidores de Trump, llaman a “destruir el partido republicano” y aquel otro donde miembros de MAGA en Texas hostigan un camión de la campaña de Biden y Harris, seguido del escueto y revelador tuit de Trump “I LOVE TEXAS”.
Apareció como prueba, desmenuzado con paciencia, el ahora muy célebre discurso del 6 de marzo afuera de la Casa Blanca del ex presidente. Por primera vez se escucharon voces de policías del Capitolio declarando "esto es una insurrección” y tratando de coordinarse.
El diseño de la presentación de los alegatos de apertura en el segundo día del juicio político contra Donald Trump por parte de los nueve representantes-fiscales, fue brillante. Memorable como se dividieron los temas y relevante el hecho de que pese a compartir material, pudieron referirse a momentos diversos.
Joaquín Castro estableciendo la cercanía del ex presidente con los grupos de insurrectos cuyo origen los ligaba a su vez con grupos de para militares y supremacistas blancos.
Ted Lieu realizando un seguimiento puntual del actuar del presidente en las horas del ataque y el líder Jamie Reskin brindando un panorama general. “Las evidencias son abrumadoras”, concluyó la congresista por Islas Vírgenes, Stacey Plaskett, seria y molesta en un elegante traje azul.
Meticulosa y detallada presentación de legisladores que en algún momento fueron fiscales y que son reconocidos como brillantes abogados. Empero, su misión de convencer a 17 republicanos para así condenar a Trump, se antoja imposible.
Madeleine Dean, con un discreto conjunto de camisa blanca y saco negro con un águila de metal entre el hombro y el corazón, aclaró como en el discurso del 6 de enero Trump dijo decenas de veces las palabras “fraude” y “pelea” así como frases tipo “queremos nuestro país de vuelta” o “nunca nos rendiremos”.
A los fiscales no les costó trabajo encontrar material para ir armando este rompecabezas en donde ya no queda duda de la culpabilidad del ex presidente, pues éste y sus seguidores fueron regando las evidencias que culminaron con el asalto al congreso.
Los representantes mostraron el “patrón de interés por la violencia” de Trump y su base electoral conformada en su mayoría por grupos de extrema derecha. Y sugirieron que los alborotadores iban sobre varias figuras en el congreso, incluido el mismo ex vicepresidente Mike Pence, a quien Trump dejó la responsabilidad de cancelar la elección para volverlo a nombrar presidente. “O nuestro país o morir” dijo en su red social otro de los insurrectos.
El equipo comandado por Jamie Raskin regresa el jueves a seguir presentando más pruebas contra Donald Trump.
ledz