En conmemoración del histórico discurso del líder por los derechos civiles Martin Lither King Jr. en 1963 "Tengo un sueño", miles de personas se manifestaron en una marcha contra el racismo en el National Mall de Washington, que había sido anticipada hace meses, pero estimulada por el caso de violencia policial contra Jacob Blake ne Wisconsin.
La nieta del activista, Yolanda King, de 12 años, tomó la palabra para reclamar "la igualdad real". "Somos la generación que va a desmantelar el racismo sistemático de una vez por todas", dijo con fuerza.
La manifestación se ha denominado "Quítanos la rodilla de encima", en referencia a George Floyd, el afroamericano asesinado por asfixia a manos de un policía de tez blanca en Minneapolis, lo que provocó los mayores disturbios en décadas.
"Emocionado", su hermano Philonise Floyd agradeció a los manifestantes. "Me hubiera gustado tanto que George hubiera estado aquí para verlos", dijo entre lágrimas, antes de agregar también con optimismo: "el cambio está llegando por que lo estamos exigiendo".
Un país, dos sistemas de justicia para blancos y negros
El padre de Jacob Blake, quien tiene su mismo nombre, denunció que hay dos sistemas de justicia en Estados Unidos, uno para los negros y otro para los blancos, durante la marcha.
"Hay dos sistemas de justicia en Estados Unidos., hay un sistema blanco y hay un sistema negro. El sistema negro no lo está haciendo muy bien, pero vamos a levantarnos. Cada persona negra en Estados Unidos va a levantarse. Estamos cansados", dijo su padre ante miles de personas concentradas frente al Monumento a Lincoln en el National Mall de Washington. "¡Y no vamos a tolerarlo más, pido a todo el mundo que se levante! ¡Sin justicia no hay paz!", clamó el padre, cuyas palabras fueron coreadas por los asistentes.
El agente que le disparó varias veces a su hijo, identificado como Rusten Sheskey, sigue sin ser detenido ni inculpado y se supo que Blake permaneció atado con muñecas en su lecho en el hospital hasta el viernes.
Este drama desató manifestaciones de protesta a veces violentas durante tres noches en Kenosha, donde dos personas fueron muertas aparentemente por un joven de 17 años armado de un rifle de asalto que habría participado en la defensa de comercios locales junto a integrantes de milicias.
También familiares de Breonna Taylor, una mujer afroamericana de 26 años que murió en su propio apartamento por disparos de la policía, participaron como oradores ante un mar de personas que coreaba los nombres de las víctimas una y otra vez.
"Lo que precisamos es un cambio y estamos en un punto en que podemos obtener ese cambio", dijo la madre de Taylor, Tamika Palmer. "Pero debemos permanecer juntos", agregó.
Criticaron el discurso de Trump sobre el racismo
El caso Jacob Blake desató un movimiento de protesta sin precedentes en el mundo del deporte, fundamentalmente en la NBA, que debió suspender varios partidos miércoles y jueves.
Los oradores saludaron a los atletas y deploraron en cambio el discurso del presidente Donald Trump, que desde hace semanas destaca la violencia que pauta algunas de las manifestaciones de protesta pero nada dice sobre las reivindicaciones y denuncias de los afroamericanos.
El vicepresidente Mike Pence rechazó las acusaciones de racismo policial sistémico y condenó "la violencia y el caos que envuelve a las ciudades de todo el país". Trump acusó a su vez a su rival demócrata en las elecciones de noviembre de Joe Biden de pretender entregar el país a "anarquistas" y "alborotadores".
"Todas las familias denunciaron los saqueos, pero no le escuchamos a Trump denunciar los disparos”, replicó el reverendo Al Sharpton ante el memorial erigido en memoria de Abraham Lincoln.
"No estamos seguros hoy con él en el poder", agregó Tracy Williams, una soldada negra retirada que manifestó junto a su familia.
En una línea igualmente política, varios oradores pidieron a los manifestantes que votaran masivamente el 3 de noviembre.
"Debemos caminar a las urnas para defender las libertades por las que las generaciones anteriores lucharon tan duro", dijo Martin Luther King III, quien tenía diez años cuando su padre fue asesinado.
Al igual que lo hizo su padre hace 57 años, el hijo de Luther King se paró en las escaleras del monumento a Abraham Lincoln ante la multitud que flanqueaba el estanque reflectante, bajo el calor húmedo del final del verano boreal.
King III pidió a los estadunidenses que sigan peleando contra la inequidad entre blancos y negros, y que voten, cueste lo que cueste, para derrotar a Donald Trump en las elecciones de noviembre.
"Estamos marchando para sobreponernos a lo que mi padre llamó el triple mal de la pobreza, el racismo y la violencia", dijo
Y la compañera de fórmula de Joe Biden, Kamala Harris, la primera candidata negra a la vicepresidencia de Estados Unidos, se dirigió a los manifestantes con un mensaje de video: "Tenemos la oportunidad de hacer historia, aquí y ahora".
dmr