Al menos seis personas, entre ellos cinco miembros de una misma familia, fueron reportadas como fallecidas ayer tras registrarse caídas y aplastamientos entre asistentes en el Estadio Uhuru en Dar es Salam, en Tanzania, donde decenas de miles de habitantes acudieron a velar al presidente John Magufuli, quien murió el 17 de forma inesperada.
El número sigue espera de la confirmación del comandante de la Zona Especial de la Policía, Lázaro Mambosasa, quien comunicó que todavía es pronto para esclarecer el cifra exacta de personas fallecidas y heridas, aunque sugirió que podría ser alto.
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Ayer numerosos asistentes cayeron y fueron pisoteados, según medios locales, cuando un grupo de personas intentó entrar por la fuerza en el estadio, el cual estaba completamente lleno tras la ceremonia que daba los últimos respetos al presidente Magufuli.
Gerald Mtuwa perdió en cuestión de horas a su cuñada Suzan Ndana Mtua, de 30 años, quien fue aplastada por la muchedumbre junto a dos de sus hijos, Nathan y Natalia, de tan solo seis y cinco años, respectivamente.
En la estampida fallecieron también otros dos de sus sobrinos, Michael y Chris, de ocho y once años, e hijos de un hermano con quien convive en un mismo bloque de edificios en el distrito de Kimara Mwisho de Dar es Salam.
"Suzan y mi hermano menor Denis tenían tres hijos, pero dos de ellos (Nathan y Natalia) murieron durante el caos de ayer", lamentó Mtuwa en declaraciones al medio tanzano The Citizen, donde relata cómo su hermano intentó contactar en repetidas ocasiones con su esposa hasta que un desconocido respondió su llamada.
La familia se dirigió entonces a una comisaria y a continuación al Hospital de Referencia de Temeke, donde registraron sin éxito todas las habitaciones en busca de sus seres queridos.
Yovane Elias, otra tanzana que acudió a velar a Magufuli, ha denunciado también la muerte de su hermana, Rose John, de 53 años, con quien perdió el contacto en el momento de desorden y cuyo cuerpo ha identificado en la morgue de Temeke.
El mandatario tanzano, de 61 años, falleció por un problema de corazón, según la versión del gobierno, si bien la oposición asegura que había contraído la covid-19; virus que consideraba derrotado en su país gracias al rezo y para el que nunca adquirió vacunas ni permitió pruebas de detección.
OMZI