El gobierno de Estados Unidos comenzó a notificar a los trabajadores federales que el cierre de gobierno parece inminente, pues el sábado concluye el año fiscal y los legisladores no han acordado una ley de presupuesto público.
Servidores públicos y elementos del Ejército recibieron un mensaje sobre el creciente riesgo de cese de pago a partir del 1 de octubre, cuando inicia el año fiscal en el país, informó The Washington Post.
"Por un tiempo, algunos de ustedes serán suspendidos temporalmente mientras otras personas que realizan funciones exceptuadas continuarán ejecutando sus labores asignadas", decía el mensaje enviado a miembros del Departamento de Seguridad Nacional, publicado por The Washington Post.
Un cierre de gobierno significaría la suspensión de actividades no esenciales a nivel federal, como los parques públicos, tramites de pasaportes, museos y comedores comunitarios.
Estados Unidos tiene alrededor de 2 millones de trabajadores federales, así como 1.3 millones de soldados en activo, que ven sus actividades y salarios en riesgo por el cierre de gobierno.
Sin embargo, los programas sociales y el servicio postal se mantendrían con normalidad debido a que tienen financiamiento propio y no dependen del presupuesto federal.
¿Qué han hecho los legisladores para evitarlo?
El Senado de Estados Unidos dio este jueves un primer paso para aprobar una ley para financiar las actividades de las agencias federales hasta mediados de noviembre, lo que evitaría que el gobierno tenga que cerrar a partir de la medianoche de este sábado cuando se acaben los fondos disponibles.
Tanto demócratas como republicanos del Senado votaron a favor de un paso procedimental para que se empiece a debatir formalmente el proyecto de ley, que extendería la financiación de la Administración pública de manera temporal durante seis semanas, hasta el 17 de noviembre.
"El Congreso solo tiene una opción para evitar un cierre: el bipartidismo", dijo en el hemiciclo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
Con 77 votos a favor y 19 en contra, el Senado inició así el debate sobre el proyecto de ley, que aún debe superar varios obstáculos antes de ser aprobado en la Cámara Alta, donde los demócratas tienen mayoría, para luego ser debatido y sometido a voto en la Cámara de Representantes, en manos republicanas.
De hecho, no se espera que el Senado pueda votar sobre esta medida antes de que el gobierno se quede sin fondos en la medianoche del 30 de septiembre al 1 de octubre, cuando se inicia un nuevo año fiscal.
El principal obstáculo en este proceso es el senador republicano Rand Paul, quien está haciendo todo lo posible para ralentizar la aprobación del proyecto porque contiene ayuda militar para Ucrania, algo a lo que se oponen tanto él como el ala del partido más afín al ex presidente Donald Trump.
Además, los republicanos que tienen el control de la Cámara de Representantes ya han rechazado la propuesta del Senado y están siguiendo su propio camino para abordar la situación.
Específicamente, los republicanos de la Cámara Baja tienen previsto votar en las próximas horas unos proyectos de ley destinados a aprobar un presupuesto estatal, pero que incluyen muchos recortes al gasto público y, además, tienen pocas probabilidades de ser aprobados en un plazo tan corto de tiempo.
Esta estrategia ha sido impulsada por republicanos afines a Trump, que están en plena rebelión contra el líder de su partido en el Congreso y se resisten a aceptar una solución a corto plazo, como la que propone el Senado, para financiar a las agencias federales antes de que se queden sin fondos.
El objetivo de esa ala dura del partido es deshacer un acuerdo al que llegaron en junio el presidente, Joe Biden, y el líder de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, por el cual el Congreso suspendió el límite de endeudamiento de Estados Unidos a cambio de que la Casa Blanca aceptara límites específicos en el gasto gubernamental.
A esos republicanos no les gustó ese pacto y quieren más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1.47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120 mil millones de dólares más en recortes de lo acordado.
SNGZ