EU alista un antídoto electoral anti-Trump

La Ley del Conteo Electoral y la Ley de Sanciones Electorales buscan ser modernizadas con nuevos estándares legales para convertirse en un antídoto contra las inclinaciones autoritarias.

El ex presidente estadunidense Donald Trump. (AFP)
Diego Salcedo
Washington /

El fallido intento de golpe de Estado de Donald Trump contó con un aliado poco conocido: una oscura disposición legal de 1887, cuya redacción ambigua abrió un hueco legal para desconocer los resultados del Colegio Electoral y el voto de 81.2 millones de estadunidenses que sufragaron por Joe Biden en las elecciones presidenciales del 2020.

La Ley del Conteo Electoral, que regula el funcionamiento del anacrónico Colegio Electoral, y la Ley de Sanciones Electorales buscan ser modernizadas con nuevos estándares legales para convertirse en un antídoto contra las inclinaciones autoritarias de este u otro Trump que busque explotar los vacíos legales para trucar el juego democrático.

El Colegio Electoral es un órgano clave del sistema político de Estados Unidos porque es el “gran elector” del jefe del ejecutivo. Los votantes de las elecciones presidenciales sufragan por los representantes estatales al Colegio, llamados “electores”, los cuales se reúnen después de los comicios para votar formalmente y elegir al presidente o presidenta.

Pero la ley actual tiene ambigüedades que podrían resultar en crisis constitucionales. Por ejemplo, sobre el papel que puede jugar el vicepresidente para invalidar los votos de los “electores” o de las circunstancias bajo las cuales un miembro del Congreso puede objetar los resultados del Colegio Electoral.

Actualmente, con la objeción de un congresista se puede iniciar un proceso legal. (Reuters)

Las reformas propuestas por un grupo bipartidista de senadores, encabezados por el demócrata de Virginia del Oeste, Joe Manchin, y la republicana de Maine, Susan Collins, hacen por vez primera explícito que el vicepresidente de los Estados Unidos carece de la facultad legal para juzgar o anular los resultados de la votación del Colegio Electoral.

De la misma forma, elevan el umbral para presentar objeciones a los resultados del Colegio Electoral por parte de un miembro del Congreso. Actualmente, con la objeción de un congresista se puede iniciar un proceso legal. Las reformas requerirían que por lo menos una quinta parte de los miembros de la legislatura concurran para iniciarlo.

Las reformas tapan, asimismo, algunas lagunas legales que podrían ser usadas por las legislaturas estatales para declarar “nulas” las elecciones por motivos políticos e intentar ignorar la voluntad depositada en las urnas por los votantes.

La ley estadunidense actual tiene ambigüedades que podrían resultar en crisis constitucionales. (AP)

Para apretar la pinza, una segunda reforma legal, la Ley de Sanciones Mejoradas para Proteger Nuestras Elecciones, duplicaría de uno a dos años de prisión obligatoria la sanción según la ley federal para las personas que amenazan o intimidan a los funcionarios electorales, observadores electorales, votantes o candidatos.

El complot Trump

Tras perder frente a Biden, Trump quiso explotar las ambigüedades legales existentes. Con el apoyo de varios abogados, formó un ejército de electores fake, los mandó a las capitales de los estados que perdió para tratar de cambiar el sentido del voto y darle el triunfo. De no ser posible, la orden era crear caos, a fin de que el vicepresidente Mike Pence invalidara la elección durante la ceremonia de certificación aquel 6 de enero de 2021.

Para explotar las lagunas legales en los estados, Trump llamó personalmente al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que le encontrará 11 mil 780 votos necesarios a fin de revertir el triunfo de Biden. Al mismo tiempo, sus allegados encabezados por su asesor legal, el ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani hicieron lo mismo en otros estados.

Con el apoyo de varios abogados, Trump formó un ejército de electores 'fake'. (Morry Gash)

Al final, los electores fake fueron descubiertos, el vicepresidente Pence resistió las presiones de Trump y de sus seguidores, en tanto que los funcionarios electorales estatales, varios de ellos republicanos, ignoraron la petición de violar las leyes. Todo el incidente es objeto de una investigación criminal en el estado de Georgia.

Hasta el momento las dos legislaciones son patrocinadas por una veintena de legisladores, incluidos demócratas y republicanos, y se espera que sean puestas a voto final tan pronto como sea posible toda vez que no podrían ser aplicadas de forma retroactiva.

“Este marco bipartidista del Senado es un paso crítico para reforzar las ambigüedades en la Ley de Conteo Electoral... Los debates sobre las 'reglas del juego' políticas pueden estar llenos de sospechas y maniobras para obtener ventajas”, afirma Matthew Weil, director ejecutivo del Programa de Democracia en el Bipartisan Policy Center.

La aprobación de las reformas cobró un renovado sentido de urgencia esta semana, porque en 11 estados ganaron nominados republicanos a gobernadores o secretarios de Estado que desconocen el triunfo de Biden. Si ganan en noviembre, serían la Quinta Columna de Trump que podría aprovechar las ambigüedades de la ley para ayudarlo si se postula y pierde nuevamente las elecciones presidenciales en estados clave.


EHR

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