El departamento de Estado de Estados Unidos ha condenado el ataque militar perpetrado la noche del lunes en un campo de desplazados del norte de Birmania.
El cual ha dejado una treintena de muertos, entre ellos doce niños, y ha manifestado su apoyo a quienes luchan por una democracia inclusiva.
"Estamos profundamente preocupados por las informaciones sobre un ataque militar en Birmania contra desplazados internos en un campo cerca del pueblo Monlaingkhat en el estado de Kachin, el 9 de octubre", afirma Matthew Miller, portavoz del departamento de Estado, en un comunicado.
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"El mismo añade la fuerte condena a los continuos ataques del régimen militar, que se han cobrado miles de vidas desde el golpe de Estado de febrero de 2021 y que continúan exacerbando la crisis humanitaria más severa de la región, con más de 1.6 millones de desplazados desde la asonada. Estados Unidos continuará apoyando al pueblo de Birmania y a aquellos que trabajan pacíficamente para lograr la paz y una democracia inclusiva", agrega.
La junta militar negó la víspera la implicación de las fuerzas armadas en el ataque, si bien tanto el KIA como la oposición prodemocrática del país y medios independientes acusan al Ejército Tatmadaw del mismo.
"Un ataque militar perpetrado la noche del lunes en el estado norteño de Kachin, en una zona fronteriza con China donde hay campos de desplazados y junto a una sede del Ejército Independiente de Kachin (KIO) guerrilla que lleva décadas luchando contra el Ejército birmano, ha dejado al menos 29 muertos, doce de ellos niños, incluido un bebé de meses", según los equipos de rescate.
El conflicto entre guerrillas de minorías étnicas como la de Kachin y el Tatmadaw se ha agudizado tras la asonada, que puso fin a una década de transición democrática y que ha sumido a Birmania Myanmar en la semianarquía.
Por su parte, Stéphane Dujarric, vocero del secretario general de la ONU, destacó en un comunicado divulgado el martes que el último ataque del régimen militar birmano es un nuevo ejemplo de su desconsideración hacia la vida humana, y urgió a la junta a cesar toda forma de violencia.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU advirtió a finales de septiembre de que la brutalidad del Ejército de Birmania en sus ataques contra los civiles aumenta día a día, y que, entre el primero de abril de 2020 y el pasado 31 de julio, los militares asesinaron a más de 4 mil civiles.
IDM