Mientras que esta semana en Canadá se dio a conocer que los elementos de las Fuerzas Armadas tienen permitido tatuarse el rostro a partir de septiembre, al otro lado de la frontera, en Estados Unidos, crecía el temor de que los tatuajes a color sean restringidos por motivos de salud.
Estadunidenses han encendido la luz de alarma en la industria dedicada al tatuaje al ver cómo sus colegas europeos están viviendo una gran crisis tras seis meses de que Bruselas vetara la aplicación en la piel de algunos de los tintes al catalogarlos como cancerígenos.
La Unión Europea prohibió desde enero de este año 4 mil sustancias químicas, como algunos colorantes azoicos y el alcohol isopropílico, que los tatuadores suelen utilizar en las tintas para plasmar figuras en la piel de sus clientes. El plazo de transición es de un año, pero ya empezaron las restricciones.
Las autoridades sanitarias argumentan que existen opciones para generar colores sin afectar la salud. Sin embargo, no hay alternativa para dos de los más solicitados: el pigmento azul 15:3 y el pigmento verde 7.
“Hay alternativas para los pigmentos amarillos, rojos y naranjas, pero no para los pigmentos azules y verdes. Esto lleva a la desaparición del 60 por ciento de los colores en 2023 y hace que los tatuajes de color sean imposibles”, refuta el tatuador Mikki Bold, citado por Deutsche Welle.
En la mira de la FDA
Por eso en Estados Unidos, donde 30 por ciento de sus habitantes tiene al menos un tatuaje (de acuerdo a una encuesta de Ipsos de 2019), empiezan a preguntarse si la poderosa Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) tomará cartas en el asunto.
Ha sido tal la inquietud durante las últimas semanas en algunos sectores estadunidenses, que The New York Times publicó recientemente un reportaje sobre el tema.
La publicación, aparecida el 19 de junio pasado en su versión en inglés, fue titulada una semana después como “'Es un problema’: los tatuadores se enfrentan a la prohibición de algunas tintas en Europa” para su versión en español.
- Te recomendamos Unión Europea prohíbe productos químicos peligrosos en tinta de tatuajes Internacional
De acuerdo con el texto, “las regulaciones europeas podrían presagiar cambios en Estados Unidos, donde la Administración de Alimentos y Medicamentos tiene cierta supervisión sobre las tintas y pigmentos”.
Para alimentar el pesimismo de los entusiastas del tatuaje, en YouTube está un video con la opinión de Linda Katz, directora de la Oficina de Cosméticos y Colores de la FDA durante su conferencia “Pigmentos y tintas para tatuajes: regulación y desafíos” en Berlín en noviembre pasado, donde no descartó que Estados Unidos tome medidas similares a las europeas.
¿Un cosmético “tóxico”?
De acuerdo con una publicación en The Regulatory Review, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Pensilvania, firmada por Jamison Chung, se cuestiona la capacidad de la FDA en torno a su rigor sobre la industria del tatuaje.
“Los pigmentos están compuestos por hasta 100 sustancias químicas diferentes, incluidas las que pueden aumentar el riesgo de cáncer. Un estudio de 2017 indicó que los elementos tóxicos en la tinta del tatuaje pueden migrar y depositarse en los ganglios linfáticos” escribe Chung que, además, recuerda que “según la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, la FDA clasifica la tinta para tatuajes como un producto cosmético”.
En un reportaje trasmitido recientemente en la cadena de noticas estadunidense ABC, se refleja el temor de algunos tatuadores al respecto. Justin Westfall es uno de ellos y advierte que una prohibición tendrá gran impacto en la industria de la tinta para tatuajes.
Acepta que muchos pigmentos tienen metales (zincs y óxidos de hierro y aluminio; sustancias tóxicas que pueden entrar en las tintas”), pero previene que una regulación excesiva puede, más que cuidar vidas, poner en riesgo a más personas.
“Probablemente va a crear un mercado negro para los tatuajes de colores allí”, advierte.
EHR