"Me llamaban bebé basura": Su madre lo abandonó y ahora es un famoso millonario; historia viral

La historia viral de este caso le ha dado la vuelta al mundo. Freddie Figgers superó el bullying, se refugió en las computadoras. Comenzó a trabajar desde joven y con el apoyo de sus padres adoptivos se volvió un importante millonario.

Su madre lo abandonó de bebé en la basura; ahora es un importante millonario tecnológico que ayuda a quienes lo necesitan. (Especial)
Ciudad de México /

¿Te has preguntado lo que sucede con los niños o niñas que son abandonados por sus padres? Aunque es poco usual que estas historias se den a conocer abiertamente, el caso de un hombre que fue abandonado por su madre biológica cuando apenas tenía unas horas de vida en 1989 ha estremecido e impactado a nivel internacional. Se trata de Freddie Figgers, quien después de haber llorado entre bolsas de basura y de que lo llevaran a un centro de adopción, ahora es un hombre hecho y derecho que es millonario que ayuda a quienes lo necesitan. Te contamos su historia que se volvió viral.

De acuerdo con su relato, cuando Freddie Figgers fue abandonado en los residuos de un contenedor, un vecino escuchó su desesperado llanto, lo llevó a un hospital en el que pasó varios días, después lo trasladaron a una casa hogar en donde una pareja lo adoptó.



Tres décadas con dos años después, el bebé que lloraba entre las bolsas de basura, ahora es un hombre que guarda millones en el banco y que se ha vuelto inspiración para muchos. Y es que no todo fue fácil como pareciera en su vida.

Según reveló en entrevista para el programa de la BBC Outlook, sufrió mucho bullying, pues lo llamaban ‘bebé basura’, además de que le remarcaban que supuestamente nadie lo quería.

“Los niños solían burlarse de mí; me llamaban ‘bebé basura’, me decían ‘nadie te quiere, eres sucio’. Recuerdo ocasiones en las que me bajaba del micro escolar y otros niños me agarraban y me tiraban en tachos de basura y se reían de mí", contó al programa de la BBC Outlook.

Y es que a pesar de que Freddie Figgers ya tenía familia, los niños del vecindario en el que vivía –una zona rural de la península de Florida, en Estados Unidos– se burlaban de él al ver que tenía padres adoptivos con mucha edad –tenían 74 y 66 años cuando lo adoptaron–:

"Llegó al punto que mi padre me tenía que esperar en la parada me acompañaba a casa. Y los niños me acosaban aún más, burlándose de él: ‘Miren a ese anciano con bastón’", explicó.

Sin embargo, el odio que recibía también lo impulsaba, él quería crecer de forma positiva. Su vida dio el cambio necesario cuando cumplió los nueve años. Mientras buscaban ‘tesoros’ que las personas creían como basura. Obtuvo su primer ordenador.

"Los fines de semana iba con mi padre a hacer lo que llamábamos ‘buceo de basura’, paseándonos por diferentes vecindarios en busca de cosas que la gente hubiera tirado, como dice el dicho: lo que para un hombre es basura, para otro es un tesoro. A mí siempre me habían fascinado los ordenadores. Soñaba con un Gateway, pero no podíamos comprarlo", recordó la vez que su papá le compró un Macintosh que estaba roto.
"Como no se encendía, la desmonté y me di cuenta de que un componente estaba roto y todo fluyó naturalmente. Mi padre trabajaba en mantenimiento en la Universidad Estatal de Florida, por lo que tenía a disposición muchas cosas, como pistolas para soldar, radios, relojes.Tome partes de una radio despertador y las soldé y tras unos 50 intentos finalmente logré que el ordenador funcionara. Fue entonces que supe que eso era lo que quería hacer en mi vida", agregó.

Ese ordenador le cambió la vida para siempre, hizo que el bullying de sus compañeros fuera lo menos preocupante.

"Ese ordenador borró todo el dolor del acoso escolar. Mientras me molestaban en la escuela, yo pensaba cuánto quería volver a casa a jugar con mi ordenador Es lo que despertó mi interés en la tecnología", indicó –testimonio que recogió La Vanguardia de Washington Post–.

Freddie Figgers, con el paso del tiempo, fue cambiando las piezas que no funcionaban de su ordenador. Cuando tenía 15 años, fundó su primera empresa, Figgers Computers. Se dedicaba a arreglar computadoras.

Creó su propia base de datos en la nube. No fue a la Universidad, pues él ya tenía todo el conocimiento en computación.

"No recomendaría mi camino a todo el mundo Pero funcionó para mí. Cuando tenía 17 años, tenía 150 clientes que necesitaban sitios web y almacenamiento para sus archivos. Seguí construyendo desde allí”, externó.


Seis años después de la edad mencionada, el hombre por fin se hizo presente con una cuenta bancaria con millones. Cuando cumplió 23 años vendió un programa de rastreo GPS a una empresa en Kansas por 2,2 millones de dólares. Era un visionario.

En medio del éxito profesional, enfrentó el Alzheimer de su padre. Pensó en ayudarlo y creó “un dispositivo que podía insertarse en su zapatilla y que me permitiría rastrearlo, además de hablar con él a través de la zapatilla".

El padre del hombre murió en 2014, después de que Freddie comenzara Figgers Communications (en donde desarrolló más de 80 programas de software personalizados).

"Mi papá nunca me escondió mi pasado, siempre fue honesto conmigo. Él me dijo: ‘Te lo voy a contar sin vueltas. Tu madre biológica te abandonó y como yo y Betty no queríamos mandarte a casas de adopción, te adoptamos’. Yo me sentí muy mal por eso, pero siempre me acuerdo que me agarró por los hombros y me dijo: ‘Nunca dejes que eso te moleste’.
Mis padres me dieron todo el amor que alguien pudiera querer jamás. Hicieron todo por mí, por lo que nunca sentí la necesidad de buscar a mi familia biológica. Mi mamá y mi papá, mi Betty y mi Nathan, lo eran todo para mí, y yo los amaba. Son personas grandiosas. Me enseñaron a ser íntegro, a hacer siempre lo correcto, a nunca olvidar mis orígenes. Vi a mi padre siempre ayudando a la gente, deteniéndose en el camino a ayudar a extraños, alimentando a los sin techo... Era un hombre increíble y yo quiero ser como él", externó –recoge el testimonio La Vanguardia–.


Desde que su padre murió el hombre ha combinado sus proyectos tecnológicos (por ejemplo, la creación de la empresa de telecomunicaciones privada Figgers Wireless) con ayudar a las personas que más lo necesitan.

"Aprendí que el dinero no es más que una herramienta y me propuse hacer todo lo posible para tratar de dejar el mundo mejor cuando sea mi turno de irme, porque mi padre, sin ser rico, tuvo un impacto en la vida de mucha gente, y yo quería hacer lo mismo. Mis padres me adoptaron y me dieron amor y un futuro”, dijo. "Hicieron todo lo posible para hacer del mundo un lugar mejor, y ahora eso es todo lo que quiero hacer también", indicó.

​grb 

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