Estados Unidos se retiró del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, anunció la representante estadunidense Nikki Haley, quien calificó a esa instancia como un "nido de motivaciones políticas".
"Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos", expresó.
El anuncio llega un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de niños migrantes de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos en los últimos meses.
Haley reaccionó vehementemente ante esa denuncia, al asegurar que "ni Naciones Unidas ni nadie más van a dictar cómo Estados Unidos defiende sus fronteras".
"Durante mucho tiempo el Consejo de Derechos Humanos ha sido protector de los violadores de derechos humanos y un sumidero de parcialidad política", dijo Haley, que aclaró que no tomó fácilmente la decisión de retirarse. "Los regímenes más inhumanos continúan escapando al escrutinio", expresó.
"Continuaremos liderando en materia de derechos humanos fuera del mal llamado Consejo de Derechos Humanos", agregó. Asimismo, dijo que Estados Unidos estará "feliz" de volver formar parte del organismo si se produce una reforma.
"No dudamos que su creación fue con buena fe, pero tenemos que ser honestos: el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un pobre defensor de los derechos humanos", dijo en una conferencia de prensa el secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo.
Donald Trump ha retirado a su país de varias organizaciones y acuerdos internacionales, entre ellos la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Acuerdo de París para combatir el cambio climático y el acuerdo nuclear suscrito con Irán.
JOS